Sí ya desde la panza tu niño estaba acostumbrado a oírte cantar, o a oír música para descansar, te podrá ser de mucha utilidad seguir con estos hábitos. Porque tu bebé lo recuerda, memoria fetal, tu bebé y la música ya son grandes amigos.
La música, ya sea Mozart o una nana, serán su primer contacto con lenguaje, por lo tanto le estimulará con lo cual aprenderá más rápido.
Como la música no solo se escucha también se siente, los papás deberán utilizar diferente intensidad y observar la reacción del bebé.
Hasta los 2 meses de edad es bueno que escuchen nanas o canciones de poca duración y que tengan un ritmo lento.
De 2 a 4 meses el niño ya interactúa con la música, se mueve, reacción con su cuerpo a los estímulos sonoros.
En esta etapa los padres pueden usar juguetes como sonajeros para hacer movimientos con ritmo.
A los 6 meses se puede usar canciones que trabajen los gestos o pequeños movimientos, también cogen objetos así que es probable que si mamá y papá usaban un sonajero en los meses anteriores ello imiten.
Cuando cumplen el año de edad, muchos ya comienzan a caminar, así que es conveniente utilizar canciones con un ritmo acorde a ellos. La inseguridad en los movimientos es normal porque recién comienzan a andar. Una coreografía básica les ayudará a adquirir más estabilidad.
Según la etapa en la que nuestro niño se encuentre y su actitud frente al estimulo musical, podremos hacer diferentes actividades para que disfruten con la música.
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