La calidad humana de las participantes y su entusiasmo y ganas de integrar esta metodología a su estructura de funcionamiento. Mostraron muchísimo interés, cuestionamiento e ilusión para llevar a Montessori a sus vidas diarias, tanto a nivel familiar y del hogar, como laboral y del aula.
El espacio, a través del cual se pudo ofrecer un aprendizaje de inmersión, donde tuvimos la posibilidad de estar un aula montessori, ver cómo se organizan los espacios, dónde se colocan las actividades… disfrutando de la posibilidad de sentirnos como peques otra vez, conectar con la persona pequeña que aún somos y manipular los materiales sintiéndolos en primera persona. La naturaleza, el espacio exterior, los frutales…
La guía, Delphine, con su larga experiencia y la calidez de su trabajo.
Os agradezco los momentos compartidos y espero de corazón que el entusiasmo no se desvanezca, que tengáis el empuje y la energía suficientes para continuar este camino hacia una crianza y educación más respetuosa con los peques, los demás seres y hacia el futuro de todxs.
Nos vemos en próximo, ¡el Nivel 2!
Os dejo con las fotos…
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