Dormir contigo

Para Gael

Cuando por la noche va quedándose dormido entre su padre y yo, bañados por la luz azul del televisor silencioso,
hundo la nariz en sus rulitos y le susurro "quedate así para siempre". Gira para un lado y para el otro, acaricia la puntita de la almohada mientras chupetea cada vez más despacito hasta que lo alcanza el sueño. La boca brillosa se va abriendo y puedo ver la silicona del chupon, hasta que se le cae de la boca.

Es la única persona a la que le huelo el aliento extasiada. aroma a galletita. Pijama con ositos y medias perdidas en mitad de la noche, robo a mano armada de almohadas y frazadas, mamaderas con el brillo de la luna que se cuela en la ventana. Quedate así para siempre, estufita eterna del invierno, librando guerras con tus pesadillas o mostrando tus dientes cuando los sueños te sacan sonrisas.

Pista de baile o campo de batalla, la cama matrimonial es la galaxia brillante de nuestras noches con piernas trenzadas y sábanas que huelen a colonia chupetín, Quedate con el mundo, quedate con la cama, quedate conmigo. Empujame hasta que sienta que estoy a punto de caerme, expandí tu cuerpito de un mérito,  hasta que el sueño profundo te alcance, acelera, navega, pero quedate así para siempre.



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