Ilustrador: Raúl Nieto Guridi.
Editorial : Kókinos, 2015
Tapa dura, páginas gruesas.
El pajarito agitó su plumaje y Edmundo sintió cómo su corazón se fundía de amor y felicidad.
Edmundo es de color negro y se pasa el día escondido entre la maleza, hasta es capaz de cambiar de color para camuflarse, de vez en cuando asoma sus ojillos para avistar el horizonte. Es un ser solitario e introvertido pero un buen día se topa con un huevo, tan blanco como negro es él. El huevo buscaba a su mamá, pero sin éxito.
Edmundo no podía dejar a esa pobre e indefensa criatura allí abandonada a su suerte, de manera que tomó la decisión de hacerse cargo de el e incubarlo, cuidarlo y protegerlo, día y noche. Pasaron muchos días, tantos como noches, hasta que de repente, se rompió el cascarón y un pequeño pajarito salió de el, fue en ese momento, cuando Edmundo sintió algo diferente, un profundo, verdadero e incondicional amor, el mismo que se siente cuando ves a tu hijo por primera vez. Edmundo era feliz junto a el, pero un día, el pequeño pájaro encuentra a su mamá…
Una historia verdaderamente singular y bonita, que aborda el tema de la adopción.
Frases cortas y sencillas que describen a la perfección el entorno en el que se desarrolla la historia, los personajes y los sentimientos del protagonista.
Esta escrito en letra minúscula que varía de color según el fondo de página, en fondo claro la letra es color negro y en fondo oscuro la letra es color blanco, facilitando así su lectura.
Ilustraciones de una gran sencillez y expresividad, muy en la línea de su ilustrador. Apenas haría falta texto, pues las ilustraciones describen de forma genial, la acción y donde transcurre, dándole continuidad a la historia y dotando a los personajes de una expresividad increíble, me encanta la ternura que desprende Edmundo en su mirada. Colores fuertes que impregnan por completo muchas de las páginas, predominando el rojo, verde, azul, naranja, morado y negro.
¡Edmundo me ha enamorado!.
Porque no importan los colores, porque ser padre o madre no es compartir material genético, es mucho más que eso.
Un canto a la generosidad, al dar sin esperar nada a cambio, al amor incondicional y un homenaje a todos aquellos papás y mamás que optan por la adopción.