Se trata de señalar claramente en sus anuncios, que ciertos alimentos, como los que reducen el colesterol por ejemplo, que se presumen sanos 'para todo el mundo', no lo son para las mujeres embarazadas o para otros sectores de la sociedad que padecen determinados problemas (algunas patologías o alergias).
Por lo tanto, a partir de ahora, habrá que especificar todas las contraindicaciones de los productos que se publiciten, aunque aparentemente se trate de productos 'saludables', pues es obvio que lo que resulta beneficioso para una persona, no tiene por qué serlo de igual modo para otra.
¿Qué os parece esta medida? ¿Creéis que prevalecerá el interés por la salud general, a un gigante que mueve cantidades astronómicas de dinero, como es la publicidad? ¿Nos fiamos?
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