Tal y como te contaba en Twitter hace unos días, he decidido dedicar la entrada del miércoles a algún material educativo que pueda serte de ayuda, y así darlo a conocer un poco más entre las madres y padres de niños pequeños. Y, de paso, acercarte un poco a la filosofía y pedagogía de María Montessori, que ahora está tan de moda. La verdad es que resulta curioso como una filosofía de vida y educación pudieron estar presentes hace ya tantos años ¡y ser aún novedoso!
La semana pasada te hablaba un poco sobre María Montessori cuando te hablaba de los zapatos y de la forma que tenía de entender los aprendizajes que debían hacer los niños con objetos cotidianos y que les servirían a lo largo de su vida. Puedes leer toda la entrada aquí y darme tu opinión sobre este material.
Hoy quiero acercarte a los cilindros de botón, un material de madera en el que tenemos unos cilindros de diferentes grosores y tamaños, y que trabajan diferentes aspectos en los niños. Por un lado tenemos la parte de la motricidad fina que se trabaja cuando los niños hacen "la pinza" para coger los cilindros a través del botón con sus dedos índice y pulgar. Si son muy pequeños, trabajaran una motricidad fina más ampliada, ya que cogerán el cilindro englobándolo con su mano, pero también es un avance en la precisión y manejo de la mano.
Además, los niños trabajan la coordinación visomotora cuando tienen que colocar cada cilindro en su agujero. Se trabajan aspectos como la seriación y el orden; y, también, la lógica que más adelante valoraremos en diferentes áreas de aprendizaje como las matemáticas o la lengua. En lo que los niños están jugando con los cilindros e intentando descubrir dónde debe ir cada uno también estamos trabajando la atención, la concentración, la autonomía y la seguridad en sí mismos y en su capacidad de aprender.
Gracias a los cilindros introducimos diferentes palabras como grueso, delgado, alto, bajo, estrecho, gordo, grande, pequeño, comparativos y superlativos, por lo que también trabajamos la parte de lingüística.
Al ser un material auto correctivo los niños pueden ver enseguida si han cometido algún error sin necesidad de que un adulto le diga cuál está mal. Será él mismo el que corrija su error y aprenda tanto a equivocarse como a seguir practicando. Piensa que el error en sí mismo no es malo, sólo es parte del aprendizaje y como tal ha de darse.
Este material Montessori se presenta también con la posibilidad de que sea sin botón. Básicamente es igual aunque cada serie tiene un color distinto para que los niños sepan las piezas que van con cada conjunto. Quizá es mejor para niños más pequeños o para comenzar con este material, aunque el material con botón también se puede usar desde el principio. Los cilindros con botón (y sin botón) vienen en un conjunto de diez cilindros cada caja y con un total de cuatro cajas.
El material que he conseguido no es el original de María Montessori. El mío, en lugar de tener diez piezas cada caja tiene cinco, por lo que simplifica la dificultad de los ejercicios. No obstante te cuento que la presentación con Álvaro de este juego fue muy divertida porque estuvo mucho tiempo pensando, probando, equivocándose y alegrándose de sus aciertos. Ha querido repetir nuevamente con este material, algo que me alegra mucho porque significa que le gusta y le divierte la parte más "práctica" de este material educativo. Le gusta concentrarse, experimenta y probar. Además, aunque no le gusta equivocarse (creo que me ha salido demasiado perfeccionista) está aprendiendo a que él también es humano y tiene errores.
Espero que te guste este artículo y te sirva si deseas adquirir material educativo Montessori. Te dejo unas fotos para que veas nuestro material y también unos enlaces afiliados del material original, por si te apeteciera adquirirlo.
Si los cilindros no quedan en línea con la madera, significa que no está correcto. ¡Pero Álvaro continuó por si acaso!
Para Álvaro se convirtieron en vagones de tren y ¡tenían que colocarse!
¡Feliz miércoles y gracias por comentar!