Los juegos del hambre

El HermanoMenor aún no se comunica verbalmente con fluidez, pero sí lo hace de otras maneras; otra cosa es que nosotros a veces sepamos averiguar qué es lo que nos está intentando decir. Por otro lado, tiene algunos puntos débiles que le hacen un poco perder el control y muy probablemente los más importantes sean el sueño y el hambre. Y, a veces, ambos de forma simultánea.



Todo va bien, todo es alboroto y discusiones juegos y felicidad, hasta que algo en su interior hace click! De repente, empiezan los lloros, los enfados, el no calmarse con nada… Y ahí comienza nuestra labor de investigación sobre intentar averiguar qué es lo que le pasa. A veces conseguimos identificar la causa de forma rápida y somos capaces de ponerle algún tipo de solución (o no). Otras, sin embargo, el HermanoMenor está ya tan metido en el bucle de lloro-quejido-todo me parece mal-lloro que vamos completamente a ciegas. ¿Será sueño? ¿Se encontrará mal? ¿Le dolerá algo? ¿Se habrá enfadado por algo? Tras mucho indagar a alguno se nos enciende la bombilla y surge una pregunta que hasta el momento no nos habíamos hecho: ¿Tendrá hambre? No sería la primera vez que confundimos una señal de este tipo con el sueño o un enfado común…

Vale, hemos identificado la causa: Hambre. La solución debería ser rápida: le damos algo de comer y se acabó el problema, no?. Pues no. A veces está tan metido ya en el bucle que he comentado antes que cuesta mucho hacerle salir de él. Está tan enfadado que aunque le ofrezcas la comida que más le guste del mundo no la quiere. Ya puedes ofrecerle cientos de cosas diferentes que no hay forma; de hecho, puede llegar incluso a tirarla si se la acercamos demasiado.



Entonces, ¿Cómo lo ayudamos a salir del bucle? Cambio de chip: Ofrecerle algo totalmente inesperado y que le pueda llamar mucho la atención; unas veces puede ser un juguete, otras hacerle una tontería, ponerle música o algunos dibujos… cualquier cosa que le haga hacer de nuevo click! y desactive el modo ira enfado que se activó un rato antes. Una vez conseguido ya le podemos ofrecer comida que, muy posiblemente se ponga súper contento y… necesitemos más porque se la comerá en un santiamén.

Y vosotros, ¿Tenéis situaciones explosivas como esta? Pobres, al final todo radica en un problema de comunicación y de control...

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