Como toda mamá del siglo XXI, tengo miles de fotos de mi bebé, así que he realizado una selección de algunos buenos momentos de siestas.
El primer grupo de fotos, somos mi bebé y yo, ¿cuantas veces las madres dormimos a nuestros bebés en brazos?, son incontables, pero también es el momento mas tierno y placentero. Sentir su calorcito, su respiración que se acompasa con la tuya, sentir como te busca y eres su mundo, es la máxima expresión de seguridad, afecto y ternura.
De izquierda a derecha os muestro, el primer día del bebé en casa, acabábamos de hacer un piel con piel, y era tan pequeñito, no podía dejar de verle dormir, ¡me había enamorado de nuevo!. La foto del centro es la primera salida con amigos a un centro comercial, tenía dos meses, acababa de mamar y se quedó dormido plácidamente. Y la foto de la derecha, pues ¿existe algo que duerma a los bebés con mas facilidad que el porteo?, pues en nuestro caso, es mano de santo, muchas veces no habíamos ni salido de la casa y ya estaba dormidito. Esta foto es un ejemplo de ello.
Y ahora el turno de papá!. Mi esposo es un padre orgulloso de nuestro bebé y un papá genial, es un padre moderno, de los que ayudan en casa, con el bebé y con el perro. Desde el minuto uno de nuestro peque en casita ya ambos dormían con la paz de los inocentes, en las fotos de abajo, veréis a mi esposo con nuestro "mini yo" sobre su pecho, o con el puño apoyado para no "aplastarlo" con su brazo (y créanme, podía dormir lo que durará la siesta del niño en esa posición). Las dos de la derecha abajo y al centro, muestran como son de parecidos al dormir, tienen as mismas poses, esto comprueba el dicho de que "lo que se hereda no se hurta", aunque hay algunas noches, o mas bien casi todas, que es victima del sueño "estilo reloj" de mini o, es decir gira como las agujas del reloj, y le cae literalmente a patadas toda la noche.
La foto grande, muestra a papá y a bebé dormidos en el sofá del hospital, nuestro peque enfermó con una gastroenteritis que se agudizó con una cuadro de anemia, una semana en que super papá no se separó de nosotros ni a sol ni a sombra, las enfermeras hicieron una excepción y nos dejaron quedar a los dos con el peque por las noches, tenia siete meses, nunca durmió en la cuna del hospital, así que ese sofá cama, se convirtió en un buen amigo.
Y claro está, cuando se puede, hacemos siestas, me encanta quedarme dormida con el bebé en mi pecho, es una sensación sencillamente indescriptible. La del medio es la foto de la vergüenza, soy yo que he caído rendida a los brazos de Morfeo después de un largo día con el bebé y a la derecha, pues "mini yo" mamando en el sueño mas profundo.
Y por último mi foto preferida de mi peque dormido, se quedó rendido en los brazos de su papi y este le estaba mimando con besitos. Toda una ternura de mis dos chicos. Y hasta aquí lo dejo, porque es evidente que se me cae la baba por este par y terminaré subiendo hasta las fotos del bautizo.
Fuente: este post proviene de La Vera Donna, donde puedes consultar el contenido original.
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