Empece a seguir a Pamela hace ya unos cuantos meses en Instagram, me llamo muchísimo la atención como administra, planifica y lleva su vida con sus niños, su forma de criarlos y de disfrutar su niñez. Poco a poco fui descubriendo más perfiles de su maternidad y llegue a su blog.
Blog que me parece de lo más atractivo para cualquier madre. En el me he encontrado artículos de lo más interesantes como "El autocontrol es de quien lo trabaja" "Mis hij@s si ven televisión" o "El posparto o la locura" han hecho que me convierta en una fiel lectora de su espacio.
No os anticipo más, os dejo con la historia de una periodista que ahora es una mamá al cubo y bloguera Adelante, pasen y vean...
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"Mis tres
Hace ocho años nació un niño con hermosa sonrisa y nací yo como mamá, al principio sentí que mi vida no había cambiado mucho con la llegada de ese bebé dulce que solía pedía comer y arrullo cada tanto, pero que en realidad me dejaba hacer muchas cosas.
Cuatro años después nació una niña que brilla como el sol, con los ojos más hermosos que haya visto antes y entonces mi vida dio un giro total. Entonces sí, la vida me cambió, me dio la oportunidad de hacer todo lo que no había hecho la primera vez, tomar un parto psicoprofiláctico, hacer lo necesario para tener un parto natural y apostarle cien por ciento a la Lactancia Materna como único alimento posible para mi hija.
Casi dos años más tarde llegó a este mundo mi segunda hija y yo me convertí en una mamá de tres, una mamá al cubo. Y ahí acabé de perder el poco control que tenía mi vida. Mi bebé, como le sigo llamando después de más de dos años, es un torbellino que llegó para poner a prueba mi capacidad de tolerancia, mi paciencia, mi inteligencia, pero por sobre todas las cosas, mi última criatura me dio uno de los regalos más grandes, un parto natural, sin anestesia y en agua.
En menos de una década mi vida ha cambiado de todas las formas posibles, la crianza de mis tres criaturas se convirtió en la prioridad de mi vida por decisión y ahora además me permite ayudar a las nuevas generaciones de mamás a sentirse más seguras y felices con su maternidad.
Entre las dos niñas llevo, prácticamente tres años y medio dando la teta, hemos practicado el colecto, entre toda la familia, sí así de loco como suena. Cada día experimento estrategias, pongo en práctica las teorías que voy descubriendo de crianza, a veces funciona, a veces no.
Desde hace dos años cuatro mese camino en la cuerda floja del cansancio, la locura, la pérdida de memoria, la falta de sueño y a cambio recibo las mejores sonrisas, los abrazos más apretados, lo besos tronados más delicioso del mundo.
Comencé un blog cuando tenía sólo un hijo y pensaba que la maternidad era algo re fácil, ocho años después, nada es fácil, el blog dejó de ser una bitácora para convertirse en una terapia, en desahogo y ventana para conectar con nuevas mamás que sienten que enloquecen pero no lo dicen, les tengo noticias: todas nos volvemos más o menos locas, no importan si tenemos un hijo, tres o cinco. La maternidad es una locura que nos llena el corazón, porque al final, cuando acaba el día por más chinches que nos sintamos, al verlos dormir pensamos: “ahí la llevamos”.
Cada día es una montaña rusa de emociones, todos los días siento que fallo en algo, que me quedo corta en algún detalle, así que uso mi experiencia como periodista que fui hace años para seguir aprendiendo, informándome y tratando de ser mejor persona, porque al final eso es lo que somos las mamás, el modelo de persona que les vamos enseñado a nuestras criaturas."
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Mamá de tres criaturas que dejó el periodismo para entrarle de lleno a la crianza de su tropa.
Después de la cesárea de su primer hijo, hace ocho años, decidió prepararse para la llegada de su segunda hija, Paula. Entonces escuchó sobre parto natural, lactancia, colecho y desde hace cuatro años se ha preparado para poder ayudar a otras mujeres cuando se convierten en mamás.
Certificada como Doula PosParto, actualmente cursa los estudios necesarios como asesora en Lactancia Materna. Su hija Victoria, la más pequeña de los tres, sigue tomando leche materna desde hace dos años cuatro meses. Baila casi todos los días, hornea pasteles cuando sus hijos se lo piden, y a veces teje en sus pocos tiempos libres. Ah, también le gusta correr.
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