¡Música, pequeños maestros!





Hoy, festividad de Santa Cecilia, muchas escuelas de música, conservatorios y colegios de educación general celebran conciertos musicales para celebrar lo que en muchos países se conoce como "El día de la música".

La música forma parte directa o indirectamente, profesionalmente o de manera sencilla de la vida de todos los seres humanos. ¿Quién no se ha sentido transportado a un tiempo o un lugar determinado de su pasado al escuchar una canción concreta? Seguro que muchos se han emocionado con la audición de una melodía largo tiempo olvidada, se han sentido eufóricos o melancólicos al recordar una composición hermosa. El poder evocador de la música es magnífico y casi milagroso. Y nos acompaña a lo largo de nuestra existencia.

En casa, con algún que otro músico en la familia, la música ha formado parte de todas las celebraciones familiares, ya sea cantando o tocando algún instrumento. Mis hijos siempre que pueden cantan o canturrean cancioncillas aprendidas en el cole. Ya estando en mi barriga oían melodías a través de un auricular.

Ahora han iniciado su conocimiento musical a través de un curso extraescolar y están encantados. 

Y es que la música para los niños supone una magnífica educación a todos los niveles: 

Estimulativo y expresivo

La música ayuda a los niños (y no tan niños) a expulsar la timidez y expresarse con su cuerpo, a aprender coordinación y a estimular su autoestima. Además, ya sea simplemente cantar como tocar un instrumento, hay que seguir un ritmo establecido, controlar una baqueta o tocar la tecla exacta. Todo ello ayuda al desarrollo cognitivo, intelectual y de concentración de los pequeños.

Social

Cantar, tocar un instrumento, bailar, son actividades que en la colegio, en la escuela musical o en familia, se acostumbra a hacer en grupo. Así, aprenden a formar parte de un grupo, a socializarse, a escuchar el ritmo del que tienen al lado y unirse a un canto global. 

Matemático

La hermosura de la música radica en su perfección matemática. Un pentagrama son tiempos matemáticos perfectos, una canción está compuesta de ritmos exactos. Todo ello ayuda a conocer las matemáticas desde una perspectiva diferente y divertida. 

Creativo

La música, como cualquier arte, es creatividad. Por lo que aprender todos los aspectos que envuelven el mundo de la música les enseña también a ser creativos, a improvisar una letra, a mover los brazos de manera distinta y, quien sabe, si algún día a componer sus propias melodías.

Sensible y responsable

La música da sensibilidad a pequeños y mayores. Y no sólo porque escuchar y aprender los entresijos musicales ayuda a crecer como persona. También el hecho de tener que cuidar de un instrumento con cariño les enseña que las cosas tienen un valor.

Así que hoy celebramos algo que durante todos los días practicamos de una manera u otra: la música.

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