Su objetivo en principio fue proteger al dragón de Komodo, con el paso de los años se ha dedicado a proteger y acoger a especies de peces, de esponjas y coral de arrecife.
El dragón de Komodo es una de las especies más sorprendentes del planeta, puede medir entre 2 y 3 metros, tiene un peso medio de 70 kg. Es el lagarto más grande del mundo, el dragón más grande que se registro media 3.13 metros y pesaba unos 160 kilos.
Otra curiosidad de este lagarto es el gran olfato que poseen, pueden detectar comida a unos 10 kilómetros de distancia. Por su gran tamaño este reptil pertenece a la familia de los varánidos, esto significa que son grandes lagartos con cabeza pequeña, patas gruesas y cola muy fuerte.
Su lengua le ayuda a detectar sabores, posee unos dientes de 2,5 cm de largo y su saliva contiene muchísimas bacterias virulentas. Estudios revelan que no es su saliva la que mataba sus presas sino unas glándulas venenosas que producen una toxina capaz de coagular la sangre y paralizar a la presa.
Debido a su gran tamaño el dragón de Komodo ingiere un 50% de su peso en comida, su dieta es carroñera, pero también se alimenta de aves, cabras, ciervos, etc.
La forma en que se reproducen se llama partenogénesis, este tipo de reproducción sexual que consiste en el desarrollo de una célula reproductora hasta llegar a formarse un nuevo individuo, sin que se produzca fecundación.
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