¿En qué consisten las pedagogías alternativas?
Podemos hablar grandes objetivos de las pedagogías alternativas:
– evitar los exámenes, las asignaturas, los temas, los libros de texto y los deberes. Las pedagogías alternativas creen en un conocimiento libre, consciente y no dirigido.
– favorecer el éxito en las aulas y fomentar el talento natural de los estudiantes.
– los centros de pedagogías alternativa se caracterizan por ofrecer una atención más personalizada a los estudiantes.
– apuestan por un aprendizaje más práctico, ameno, activo donde el protagonista es el alumno y los maestros guías.
-también dan muchísima importancia a la participación de las familias de los estudiantes y al hecho de crear una comunidad de aprendizaje y enseñanza activa
Hay que tener en cuenta que las pedagogías alternativas rompen con el paradigma educativo tradicional. Bastantes padres se están dando cuenta que el sistema educativo tradicional no funciona y buscan otras alternativas para la educación de sus hijos. Y es ahí donde entra los centros educativos de pedagogías alternativas. Vamos a hablar de algunos de ellos para que sepáis cuáles son los más importantes.
Método Montessori
Seguramente muchos de vosotros hayáis leído o escuchado algo del Método Montessori. Su fundadora fue una pedagoga italiana llamada María Montessori. Este sistema de enseñanza tiene sus propios materiales didácticos y apuesta por la autonomía, la independencia, la capacidad de decisión y la iniciativa de los estudiantes. Los maestros de centros Montessori son guías y no influyen en el aprendizaje de los alumnos. Cada día son los niños los que eligen lo que quieren hacer. Así se convertirán en jóvenes y adultos equilibrados, conscientes e independientes.
¿Cuál es el problema que veo yo en el Método Montessori? Que cabe la posibilidad de que en las aulas no se de un auténtico aprendizaje por dejar a elegir siempre a los estudiantes. Está genial que los maestros sean guías para los alumnos, que se fomente la participación y la autonomía pero el resultado puede ser algo caótico. He tenido la oportunidad de estar en dos centros Montessori y me parecieron algo inflexibes, rígidos (y mira que su filosofía dice todo lo contrario) y elitistas. Supongo que cada centro será diferente, claro.
Método Waldorf
El fundador del Método Waldorf fue Rudolf Steiner, un doctor en Filosofía y Letras. Posiblemente también hayáis leído cosas y artículos sobre el Método Waldorf. En los centros Waldorf no hay exámenes, calificaciones ni notas. Se quiere evitar el estrés, el agobio y el malestar de los estudiantes provocado por el modelo de evaluación tradicional. Como el Método Montessori, se busca que el estudiante sea el protagonismo de su propio aprendizaje y los maestros guías y observadores en el aula.
Os cuento que también he tenido la oportunidad de estar en un centro Waldorf y tengo que decir que a mí me dio la sensación de que se educa a los más peques con un exceso de competitividad (pese a que su filosofía se base en la cooperación). La mayoría de los niños se toman muy en serio ser los mejores en todo lo que hagan y vi cierta rivalidad (insana) entre ellos. Es cierto que la competición (equilibrada y sana) fomenta desafíos y retos a los estudiantes. El problema es cuando se intenta pisar, hacer sentir mal y ridiculizar a los compañeros.
El modelo constructivista
Quizás la teoría constructivista os suene un poquito menos. ¿De qué tratan los centros educativos que se consideran constructivistas? Lo primero de todo es desmarcarse totalmente del modelo tradicional. Las escuelas constructivistas facilitan herramientas a los estudiantes para que ellos mismos puedan construir su propio aprendizaje auténtico. Los centros tradicionales hacen habitualmente lo contrario: ofrecen contenido a los alumnos para que lo memoricen. Con la base de los centros constructivistas se estaría fomentando el pensamiento crítico y la reflexión.
Además, estas escuelas también se caracterizan por educar para el cambio ya que la sociedad y el mundo está en constante movimiento. El modelo constructivista fomenta la participación, el dinamismo, la iniciativa, la creatividad y la resolución de conflictos. Acompañan a los estudiantes para que se conviertan en jóvenes y adultos con juicio y opiniones, con capacidad de tomar decisiones, reflexionar y pensar por sí mismos.
El sistema Amara Berri
Este modelo educativo tiene su origen en los jesuitas en 1972 pero la impulsora de este proyecto se llama Loli Anaut. Este método se declaró Centro de Innovación Pedagógica por el Gobierno Vasco en 1990. Amara Berri basa el aprendizaje en situaciones de la vida cotidiana centrado en un sistema globalizado abierto y en los procesos vitales. De esta manera, se impulsa el desarrollo de los estudiantes sin querer dividirlos como se hace en la mayoría de centros educativos tradicionales.
El sistema Amara Berri fomenta muchísimo el juego. Los profesionales que trabajan en estos centros que los estudiantes también pueden aprender de forma divertida, amena y dinámica. Por lo tanto, el juego es fundamental en el desarrollo y dentro de las aulas. También favorecen la experimentación, la creatividad, la imaginación y la capacidad de innovación de los estudiantes. En los centros Amara Berri suelen mezclar las edades de los estudiantes para fomentar la socialización y el aprendizaje activo.
Las escuelas libres
Son escuelas autogestionadas al margen de la enseñanza oficial. Estos centros se caracterizan por aplicar varias de las corrientes de las que hemos hablado anteriormente. Su máximo objetivo es fomentar la curiosidad, la creatividad, la libertad y el desarrollo personal de los estudiantes. Dan mucha importancia al aprendizaje consciente de los alumnos y favorecen el entorno para conseguir una sociedad más humana, participativa, sensible y justa.
En las escuelas libres también es habitual que niños de distintas edades estén en la misma aula. También se valora muchísimo la cooperación, la ayuda mutua y la empatía que muestran los niños con su entorno. De esta manera, se está favoreciendo la educación emocional, la tolerancia, la generosidad y la solidaridad. Otro de los objetivos importantes de las escuelas libres es respetar el ritmo de cada niño sin presiones, estrés y agobios.
Las escuelas bosque
Las escuelas bosque tienen un proyecto increíblemente enriquecedor e innovador. El aula de las escuelas bosque es la propia naturaleza. Es por eso por lo que a este tipo de iniciativas y proyecto se les conozca como educación al aire libre. ¿Por qué apuestan las escuelas bosque? Por el juego libre como estrategia de aprendizaje infantil. La mayoría de centros educativos tradicionales no tienen muy en cuenta las actividades al aire libre y en el campo. Sin embargo, la naturaleza tiene muchísimo que enseñar a los niños y es una fuente de aprendizaje continuo y consciente.
Los niños que acuden a las escuelas bosques están más concienciados con el medio ambiente y el respeto a los animales. Además, se favorece mucho la psicomotricidad, la concentración, la atención y el trabajo en equipo. Uno de los objetivos de las escuela bosque es crear una comunidad de aprendizaje de padres, educadores y niños. De esta manera, es habitual que se hagan muchas actividades con las familias que estimulen la colaboración y la sensibilidad. Como las dos pedagogías alternativas anteriores, también mezclan niños de diferentes edades.
Entonces, ¿las pedagogías alternativas son buenas y merecen la pena?
Pues supongo que esa es la pregunta del millón. Hay de todo. Desde mi perspectiva, por ejemplo, los métodos Montessori y Waldorf no me terminan de convencer. Como os comentaba antes, me parecen dos corrientes algo rígidas, inflexibles, elitistas y excesivamente competitivas (además de suponer un reembolso económico bastante alto). Está claro que la renovación pedagógica está ahí pero tampoco hay que dar palos de ciego y crear modelos y métodos absurdos. Lo que es seguro es que la educación tradicional no funciona pero hagamos las cosas con cabeza.