He conocido algunos escépticos del clima, son aquellas personas que dicen que no existe la crisis climática.
Ojalá fuese cierto, pero el 97% de los científicos climáticos del mundo están de acuerdo en que la crisis climática es una realidad y que los humanos somos los responsables de haberla causado.
Mi hija nació en el año 2010, lo cual quiere decir que muy probablemente vivirá el cambio de siglo y por supuesto sus descendientes, mis nietos.
Pues bien, en el año 2100 el nivel del mar del planeta habrá subido una media de 2-3cm, la temperatura media habrá aumentado más de 2º y esto significa que la vida en el planeta será una cuestión de pura supervivencia.
Las evidencias son tan claras que no hay lugar para el debate.
El cambio climático no es una cuestión académica, es una cuestión vital.
Para que te hagas una idea, la ONU ya estima que si seguimos así, para el año 2050 los refugiados del clima serán más de 200 millones.
Entonces, ¿quién va a salvar el planeta de nuestros hijos, de nuestros nietos? ¿Están condenados? ¿Podemos cambiarlo?
Me resisto a creer que no podemos hacer nada; es cierto que un mosquito no puede hacer nada contra un rinoceronte, pero mil mosquitos pueden hacer que un rinoceronte cambie su dirección.
Ya es hora de que hagamos algo desde cada una de nuestras familias.
Hace unas semanas acudí a un encuentro de educación para la vida organizado en Mallorca por la ONG Poc a poc, y me removió tanto y me hizo replantearme tantas cosas respecto a la educación, la vida, que muchas de ellas todavía las estoy procesando.
Una de esas cosas fue nuestro papel, de nuestra pequeña familia (F., Sunflower y yo) respecto a la crisis climática global.
Cuando llegué a casa estuve hablando hasta altas horas de la madrugada con F. sobre ello, intentando entender por qué ha pasado esto, por qué desde los gobiernos no se hace lo suficiente para pararla y qué más podemos hacer nosotros para salvar el planeta.
¿Por qué se está haciendo tan poco para resolver la crisis climática?
Hace ya ¡45 años! del primer informe que alertaba sobre el cambio climático y 25 años desde la primera conferencia internacional por la sostenibilidad.
Está pasando, lo sabemos desde hace mucho. Entonces, ¿por qué hacemos tan poco para evitarlo?
Y sin embargo cada día seguimos extrayendo del suelo la misma cantidad de carbono que ha tardado un millón de días en capturarse en forma de combustibles fósiles. ¡Y así, en 20 años habremos consumido todos nuestros recursos!
Son muchas las explicaciones, pero hay una que considero más importante:
Se trata del pensamiento que domina al ser humano, que nos ha llevado a esta situación y que está destruyendo el mundo; el pensamiento del mono. (Esto me lo enseñó un chico increíble de 17 años, Félix Finkbeinter, fundador del movimiento plant for the planet):
Nosotros somos como ese mono, escogemos comernos un plátano ahora.
Es terrible que nuestra visión de futuro no vaya más allá de los próximos 20-30 años, como si después de eso nada importara.
Pero ¡sí importa!
Tenemos mucho que aprender de los pueblos indígenas de América del Norte, donde los líderes tribales cuando debían tomar una decisión para su tribu, tenían en cuenta si la 7ª generación tras ellos aún apoyaría esta decisión, y solo en tal caso la aprobaban.
Si nuestros gobiernos, si nosotros mismos, tomásemos las decisiones de esta manera, nuestro futuro sería muy diferente.
¿Qué podemos hacer para resolver la crisis climática?
Existe algo, un concepto que tenemos que convertir en una realidad práctica y tangible: la sostenibilidad.
Esta idea de sostenibilidad no es nueva, tiene ya más de 300 años, viene de los silvicultores, las personas que han estado plantando árboles toda su vida, como mi abuelo materno, quien trabajó muchísimos años repoblando árboles en Sierra Nevada. Muchos árboles de toda esta zona, los plantó mi abuelo.
Los silvicultores no se beneficiaban de los árboles que plantaban, hemos sido las generaciones posteriores las que nos hemos beneficiados de ellos.
Por eso lo que hagamos ahora, va a repercutir en que nuestros hijos y nietos puedan vivir y no sobrevivir el día de mañana.
El plan
Los expertos advierten que la única manera de frenar el cambio climático pasa por lo siguiente:
A partir del 2050 no podemos quemar más combustibles fósiles. El 100% de la energía que utilicemos entonces debe proceder de fuentes renovables. Hoy en día ya existe la tecnología suficiente para 0 emisiones. Es decir, es posible.
Durante estos 35 años que faltan, debemos limitar la emisión de CO2y otros gases de efecto invernadero a un máximo de media tonelada por persona y año.Esto son 500 kg/persona.
Si conduces habitualmente tu coche de gasolina y haces una media de 10.000 km al año, ya estás emitiendo 1600kg de CO2 anuales, es decir más de 3 veces lo que deberías.
Multiplícalo por 2 si tenéis dos coches en casa, y todavía no hemos añadido las emisiones por consumo de electricidad, consumo derivado del sector industrial, transporte de mercancías, etcétera, etcétera. (Puedes calcular tu huella de carbono aquí).
¿Te das cuenta como sí que puedes hacer algo?
Si consigues reducir tus emisiones de CO2, estás ayudando al planeta, pero ¿cómo?
Voy a hablarte de 2 iniciativas que pueden inspirarte para que tomes tus propias decisiones sobre ti, tu familia y su futuro. Te pido que dediques unos minutos a conocerlas y de verdad a plantearte sus propuestas.
2 iniciativas a las que debes sumarte:
PLANT FOR THE PLANET
Como te he comentado antes, tuve la oportunidad de conocer a Félix Finkbeinter, fundador de este movimiento hace unas semanas. Me dejó impresionada.
Este chico alemán cuando tenía tan solo 9 años, conocedor de la crisis climática e inspirado por la premio Nobel de la paz keniata, Wangari Maathai (quien plantó más de 30 millones de árboles en Kenia durante 30 años), se propuso lo siguiente:
En el mundo hay unos 150 árboles por persona.
Si cada persona pudiera plantar la cuarta parte de esto (unos 38 árboles más), entonces podríamos capturar una cuarta parte de las emisiones de CO2 cada año.
Porque 1 árbol es capaz de secuestrar 10kg de CO2 en un año, además de todas las ventajas que ofrece; los árboles aportan más lluvias y también generan frutos, lo que ayudaría a combatir la crisis del hambre (otra realidad de nuestro planeta).
Con este proyecto que ha ido creciendo y creciendo, Félix ha conseguido que más de 36.000 niños y niñas de 56 países se conviertan en embajadores de su fundación plantando árboles para el planeta para salvar su propio futuro.
“Los niños y las niñas somos mayoría en este planeta y podemos marcar la diferencia. Salvar nuestro futuro”, dice Félix.
Y lleva 14.000 millones de árboles plantados. ¡Ha conseguido plantar 2 árboles por cada habitante del planeta! ¡Un niño! ¿Ves cómo es posible hacer algo?
La campaña publicitaria “dejad de hablar y empezad a plantar”, ha recorrido el mundo entero y hoy en día Félix sigue con su labor, inspirando a muchos jóvenes de todas partes para que se conviertan en embajadores de esta causa, y cuenta cada vez con más apoyos, incluida la ONU.
Así que desde aquí te animo a que sigas su ejemplo, ¡plantemos árboles! Seguro que encuentras la manera de poder hacerlo. Nosotros desde luego la buscaremos.
Conoce mejor el proyecto de Félix en su web Plant for the planet.
TE LO PROMETO
Te lo prometo es un compromiso de padres a hijos para luchar contra el cambio climático.
Es una campaña española de concienciación promovida por la ONG ECODES que nos propone que padres e hijos nos comprometamos a poner en marcha nuevos hábitos en casa que ayuden a ahorrar recursos y reducir emisiones.
La propuesta es que a partir de mañana (que empieza oficialmente la campaña) vayas a su web, elijas las promesas que de verdad vas a cumplir con tus hijos y luego hagas una foto sellando vuestra promesa con el hashtag #TeLoPrometoORG.
Estas son nuestras promesas, la mayoría de estas acciones ya las tenemos incorporadas en casa pero hemos querido leerlas en voz alta con Sunflower para explicarle de alguna manera que lo hacemos porque así cuidamos nuestro planeta.
EN CASA
Separar y reciclar: papel y cartón, vidrio, envases, materia orgánica.
No dejar los aparatos electrónicos en modo Stand by.
Llenar la lavadora hasta el tope y lavar la ropa con agua fría.
Apagar las luces cuando no estemos en la habitación. Y fomentar el uso de lámparas solares.
Nos ducharemos en lugar de bañarnos.
EN LA COCINA
Cocinaremos con las ollas tapadas.
Utilizaremos el lavavajillas hasta el tope.
Utilizaremos servilletas de tela.
DE COMPRAS
Compraremos productos con materiales reciclables.
Compraremos productos ecológicos y siempre que sea posible locales y de temporada, y con los menos envases posibles.
No usaremos productos desechables y en su caso, los reutilizaremos.
¡EN MARCHA!
Usaremos las escaleras en lugar del ascensor.
Usaremos el transporte público en la ciudad.
Iremos en bici o a pie en los desplazamientos cortos.
Siempre que sea posible, compartiremos el coche.
¡LO PROMETEMOS! Haz tus promesas a partir de mañana en la web Te lo prometo y también puedes seguir este movimiento en su facebook.
Si has llegado hasta aquí espero que lo que te he contado hoy te sirva para reflexionar un poco sobre tu responsabilidad sobre el planeta de tus hijos y que veas que hay cosas que
<< La crisis climática es el mayor desafío de esta civilización. Esto no es un asunto político, es un asunto moral. Tiene que ver con la responsabilidad hacia nuestros nietos e hijos. – Al Gore>>
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Fuente: este post proviene de De mi casa al mundo, donde puedes consultar el contenido original.
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