Y lo primero son las prendas que sean muy suaves. Es primordial este tipo de prendas para que no generen irritaciones o arañazos en la piel de los pequeños. Las telas rígidas y ásperas no deben de existir en el armario de nuestros hijos. Mire sobretodo el interior de estas prendas, ya que muchas pueden engañar y ser realmente tediosas por las zonas interiores.
Los materiales
En lo que respecta a los materiales de las prendas, lo mejor son materiales naturales y que escapan de los materiales convencionales que pueden generar sustancias tóxicas o contagiosas. Hay que evitar los tejidos artificiales y decantarse por prendas que tengan 100% de lana, algodón y demás materiales naturales.
Uno de los puntos que más molestan de las prendas es cuando se pliegan, que se hacen incómodas e incluso pueden llevar a irritaciones de piel. Normalmente suele pasar en la ropa interior, es por ello que busque ropa íntimos que se acoplen bien a la piel de los pequeños, y trate de no hacerse con ropa interior que les sobre.
Si antes hemos hecho mención a llenar el armario de sus pequeños con ropas suaves, en el lado opuesto se encuentran las prendas pesadas. Cierto tipo de abrigos pueden ser muy aparatosos para los pequeños, haciendo principalmente que no se sientan cómodos con ellos. Procure también de no llenarle de capas que al final haga que se sienta pesado o incómodo, y en su lugar, cambie tres prendas por una que le cubra igual.
Por último, vigile las prendas que tienen etiquetas o costuras. Lo que es muy molesto para los adultos se puede convertir en un infierno para nuestros hijos, y además puede hacer que les arañe o le causa rasguños. Si las prendas cuentan con etiquetas, tiene que comprobar que el quitarla no cree un corte que haga que le moleste más aún. Siempre es preferible hacerse con prendas de una pieza y con etiquetas fácilmente recortables.
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