Durante las vacaciones es habitual que en muchos hogares se alteren las rutinas y actividades que se mantienen durante el curso escolar, ya que el verano (para los niños) es igual a libertad, tiempo libre, jugar hasta trasnochar…. pero las vacaciones no son eternas, y en un abrir y cerrar de ojos, vuelven de nuevo a la rutina del colegio. Por lo que nos vemos obligados a volver a establecer de nuevo, en pocos días, la rutina del curso escolar.
Muchos pensamos: ¿Es necesario mantener exactamente las mismas rutinas durante el verano? ¿Cómo podemos volver a la rutina y recuperar los horarios después de las vacaciones? ¿cómo podemos hacerlo?
¡Lee con atención los siguientes consejos y todo te será más fácil!
Consejos para volver a la rutina
Necesitamos crear un periodo de adaptación. Hay que ir poco a poco encauzando los ritmos de nuestro hijo hacia un horario que podamos compartir con él, y que podamos aplicar todos los días. Lo mejor, antes de que comience de nuevo el colegio, es ir preparando a los niños mentalmente y también cambiar sus rutinas con los horarios.
¿Por dónde empezamos?:
Adelanta poco a poco la hora de ir a la cama. De esta forma conseguirás que se despierte antes y el primer madrugón para ir al colegio no será tan duro.
Vuelve a las comidas a las dos de la tarde. No hace falta que lo hagas de forma brusca. Cuando consigas que el niño se levante antes, desayunará más pronto y tendrá hambre mucho antes que en los días anteriores.
Es bueno que durante el periodo vacacional haga algunos ejercicios todos los días para que no pierda la rutina de los deberes. No hace falta que esté media hora haciendo problemas de matemáticas o dictados. Bastará con que lea a diario y haga alguna operación de matemáticas o dibujos (adapta los ejercicios a la edad del niño) durante el día a una hora determinada.
Deja que tu hijo se involucre en los preparativos de la vuelta al colegio. Enséñale los libros nuevos, acude con él a comprar algún accesorio para el colegio, pruébale la ropa que llevará a clase… De esta forma irá tomando conciencia de que le queda poco para regresar a la escuela.
Proyectar que esperan durante el curso. Durante este tiempo de adaptación podemos hablar con los niños sobre la planificación de actividades querrán realizar después de clase, metas e ilusiones… ya que es importante que los niños tengan un estímulo emocional que alegre sus días.
Comienza a cambiar su alimentación. Cuida el desayuno y no te saltes ninguna de la comida del día.
Y una vez lograda la vuelta a la rutina, el primer día de colegio será mucho más llevadero. Aunque en algún momento recuerden con añoranza el verano y tengan que desperezarse lentamente, es normal a todos nos pasa. ¿O no?