Queria compartir con vos mi experiencia personal respecto a la lactancia materna. Mi precioso bebé nació el 20 de Enero y desde antes que naciera mi plan era darle leche materna exclusivamente. Me instruí de la mejor manera, lei libros & blogs, me reuní con expertos y asesores en lactancia (incluyéndote!). Después de que mi bebé naciera por cesárea (historia para otro momento) pasaron unas 4-5 horas hasta que lo pude tener conmigo y tratar de darle de mamar. Después de muchos intentos fallidos, logró pegarse. Todo bien hasta el 2ndo día de nacido en el que después de haber estado al pecho 30 minutos se quedó dormido y a los 15 empezó a llorar amargamente. No había forma de consolarlo, traté de mil formas de que tomara chichi, llamé a la enfermera que me había ayudado siempre, pero ella no pudo asistirme y ahí fue donde por la misma falta de apoyo de la enfermera de turno, que tomamos la desesperada decisión de darle formula. Desesperada porque nadie quiere ver a su bebe bello recién nacido pegar esos gritos. Hoy – 7 meses después – sé que podía haberle dado el calostro con jeringa o en vasito, pero en ese momento o no me acordé, o me dio miedo, o cedí ante la presión de la enfermera que poco ayudo y mi bebé que lloraba.
Esta decisión me llevó a un circulo vicioso, porque claro, la onza de leche de fórmula que le dimos al bebé no se comparaba con lo “poco” de calostro que yo me sacaba. Con mi calostro ya el bebé no quedaba satisfecho. La leche me bajó a los 4-5 días y aún así no llegaba a la onza. Empezó mi terquedad (porque más de una persona me decía que ya que estaba con fórmula, ahí lo debía dejar y ya, no pasa nada) – terquedad de que sí se podía y yo lo iba a lograr. Ese primer mes siempre antes de darle fórmula trataba de pegarme al niño. Al inicio no lo lograba…100% de las veces…pero de pronto, un día se pegó….y esa fue mi esperanza. Ahí reconoci que hay días buenos y hay dias malos. Después de ese momento seguí intentándolo y sacándome leche cada 2-3 horas con un extractor. Siento que me convertí en experta de extractores de leche pues tengo en mi arsenal extractores manuales, eléctrico Medela Swing, Spectra S2 y Medela PISA – Y todos los uso en diferente momento y según donde me encuentre.
Mi meta era lograr la lactancia materna exclusiva y empezar mi banquito de leche personal para los días en los que por mi trabajo, debía viajar 3 a 5 días de una sola vez. Lloré de felicidad cuando pude congelar las primeras 4 onzas. Hoy, 7 meses después puedo decir que he congelado y usado alrededor de 500 onzas y si bien no es un arsenal, también pude donar alguito de ese oro liquido a una preciosa bebé. A partir del 4to mes del bebé fue cuando me toco viajar y desde entonces lo he hecho en 5 oportunidades y he tenido suficiente leche para cubrir todos los días en los que no he podido estar al lado él. La satisfacción ha sido tremenda. Hoy que fuí al chequeo pediátrico del bebé, casi lloro cuando me pregunta el doctor: ¿Qué leche es la que le das a tu bebé?…a lo que respondí: Leche de Vanessa.
Los obstáculos siguen, ahora estamos ante los terroríficos dientes de leche. Ya me llevé unas buenas mordidas que me llevaron al borde de decir: hasta aquí! Pero después lo veo feliz tomando su lechita y quedándose dormido pegadito a mi y ahí me afirmo lo que siempre tuve como convicción: vale la pena.
Desde que nos convertimos en madres estamos inundadas por la cantidad de decisiones que debemos tomar en la crianza de nuestros hijos. Respeto a las mamás que deciden dar fórmula (por miles de razones ya sean médicas, por decisiones realmente informadas o porque es de su preferencia personal), – yo le dí un tiempo a mi hijo, pero esa no era mi preferencia. Yo quería darle leche materna exclusivamente y lo logré . ¿Hasta cuando? Hasta cuando sea posible. Aquí te paso una foto mia y de mi gordito junto a parte del banquito de leche que tenemos…banquito que vale oro!
Aprovecho el espacio para agradecer a Gabriela Narvaez por su ayuda constante en todas mis crisis! Siempre dispuesta y con una sonrisa en su cara.