Quizá recuerdes alguna vez, en la que, de la nada, se acercó a ti y te dio un abrazo o cuando tocó la puerta de tu cuarto solo para saber si estabas bien. Pensando en la relación que tengo con mi madre recordé estas situaciones. Yo pensé que ella ni en cuenta, sin embargo, estaba más que enterada.
Cuando me peleé con mi mejor amigo
Tuve un mejor amigo, que era el mejor amigo que alguien podría tener, pero un malentendido terminó con nuestra amistad y yo me puse más triste que nunca en la existencia. Más que cualquier truene con una pareja, es la ruptura que más me ha dolido. Mi mamá me aconsejó que lo buscara aún cuando no le había dicho que ya ni siquiera hablábamos.
Cuando me rompieron por primera vez el corazón
Creo que tenía 17 años y el amor me había pegado fuerte. Pero ese amor también me daba una desilusión tras otra, hasta el punto en que me deprimí. Fue tristísimo. Primero mi mamá pensó que me drogaba y por eso el cambio de humor (Ay, las mamás) pero después concluyó que se trataba de un mal de amores.
Cuando dejé de ser virgen
Aún lo recuerdo y me da mucho oso. Tuve mi primera vez a los 19 años, yo no le había contado ni a mi mejor amiga, sin embargo, ella se enteró. Supongo que encontró mis calzoncitos con la evidencia, jamás me dijo nada, pero cuando juntaba mi ropa para lavarlos ya estaban limpios.
Cuando comencé a usar anticonceptivos
Un día estaba en mi recámara y me preguntó si lo que tomaba no me hacía sentir mal. Yo me quedé con cara de ¿What? Después me enseñó el sobresito donde se guardaban los parches, ni siquiera le pregunté dónde lo encontró, pero lo hizo. Solo le contesté, mmm hasta el momento no.
Cuando quise irme de la casa
Ya no me sentía cómoda. De pronto tuve la necesidad de tener mi espacio y aquí sí no entiendo cómo es que mi mamá se dio cuenta, solo habló conmigo para decirme que si me iba siempre podría regresar. Casi me saca una lagrimita.