Concisos, coloridos e icónicos, usados por todos en casi cualquier dispositivo digital para expresar de la mejor manera lo que sentimos, pensamos o vemos. Divertidas y minúsculas imágenes que crearon un nuevo lenguaje del que pocos conocen su origen.
Aunque pueda parecer una manera de comunicación moderna, la historia del pictograma (signo icónico dibujado y no lingüístico, que representa una expresión, objeto real o un significado), el emoji, cuenta con más de 160 años; desde la aparición de su predecesor el emoticon, hasta su apertura a la diversidad en la que cualquiera puede proponer un nuevo integrante. A continuación un breve repaso por el origen de este multicultural idioma, la breve historia del pictograma moderno:
Emoticon: el padre del emoji
Es importante conocer la etimología de los emoticones. La palabra proviene de los significados de emoción e icono, y se trata de una secuencia de caracteres ASCII, es decir, símbolos hechos a partir de signos de puntuación para expresar alguna emoción. Su propósito era facilitar la comunicación a través de mensajes de correo electrónico, SMS y en los primeros servicios de mensajería instantánea.
Su origen proviene del código morse, cuando en 1857 se empleó el número 73 para expresar "amor y besos", pero su primera aparición oficial data de 1881, cuando la revista estadounidense Puck publicó cuatro emoticonos tipográficos. Le siguió el científico Scott Fahlman que en 1982 usó la secuencia de caracteres: :-)
De Japón para el mundo
Con el avance tecnológico y el desarollo visual en el mundo digital, la evolución del emoticon era inminente. Así, en 1999, Shigetaka Kurita creó los primeros emojis por encargo de la empresa de comunicación móvil NTT Docomo.
Su tarea fue diseñar una interfaz atractiva para transmitir información de manera simple. Inspirado en el manga, donde distintos conceptos y sentimientos hacen uso de símbolos, Shigetaka creó pequeños pictogramas de 12 x 12 píxeles que se podían elegir desde una cuadrícula similar a un teclado dentro de la interfaz de J-mode (una de las primeras plataformas de Internet móvil en Japón). El resultado fueron 176 pequeñas imágenes que permitían agregar un subtexto emocional a un mensaje de texto
La palabra emoji proviene del japonés; e que significa "imagen", y moji que significa "letra" o "carácter". Entre los primeros que se diseñaron había un sol, unas nubes, un paraguas, algunos automóviles, un avión, un celular y hasta un GameBoy. El trabajo de Kurita se encuentra en el MoMA de Nueva York, exhibido como la serie de símbolos contemporáneos que encontró nuevas formas de expresar información.
El idioma visual moderno
El éxito de los emojis fue tal en Japón que compañías fuera del país, como Apple, Facebook y Google, empezaron a buscar la oportunidad de incorporarlos en sus plataformas. En 2007, el equipo de internacionalización de software en Google solicitó que los emojis fueran reconocidos por el Consorcio Unicode, un grupo sin fines de lucro integrado principalmente por compañías de tecnología (Adobe, Apple, Facebook, Google, IBM y Microsoft), responsable de mantener un estándar de codificación de caracteres para facilitar la información, transmisión y visualización del emoji en diferentes plataformas.
Pero no fue hasta 2010 cuando se aceptó la propuesta, dándole accesibilidad a los emojis para estar en todas partes y legitimando su reconocimiento como forma de comunicación en camino a convertirse en un nuevo idioma universal. En 2011 Apple agregó un teclado emoji oficial a iOS, y Android siguió su ejemplo dos años después. Esto permitió a las personas acceder a ellos directamente desde sus teléfonos, provocando que su popularidad se dispersara por todo el mundo.
Los emojis se diversifican
Entre 2012 y 2015, Unicode se encargó de agregar diversos estándares para la creación de emojis. Por ejemplo, todos deben llevar un borde opaco y estrecho para distinguirlo de un fondo de color similar, los animales siempre miran hacia la izquierda, y el más importante: todos los emojis deben caber dentro de un espacio de 18 por 18 píxeles.
Estos lineamientos sirvieron para delimitar las peticiones que año tras año llegaban de todo el mundo, la mayoría apuntando a la diversidad cultural, ideológica y sexual. Los países, personas y comunidades empezaron a solicitar la representación de su gastronomía, religión, banderas, familias, raza, fauna, flora, vestimenta u oficios, todos querían el reconocimiento digital de su cultura.
Un emoji puede tardar hasta dos años en pasar desde su primer borrador hasta aparecer en nuestros dispositivos. Su proceso empieza con las sugerencias y peticiones enviadas al Consorcio Unicode, que incluyen una detallada explicación del porqué de su integración, además de ideas y primeros bocetos sobre cómo podría verse. Todas son examinadas y debatidas por el Subcomité del Emoji dentro del Consorcio, que se reúne dos veces por semana para discutir asuntos relacionados con los emojis. Entre los hitos más importantes de cada actualización están:
- En 2015 se añadió como estándar el cambio de color de piel
- En 2016, una mayor representación femenina.
- La inclusión de género llegó en 2017, además de criaturas míticas y dinosaurios.
- En 2018 se añadió la opción para cambiar el color de cabello a gris o rojo, nuevos símbolos culturales, simbología para personas sordas y personas en sillas de ruedas.
Para 2019 se aprobaron 230 nuevos emojis que incluyen a un perro guía, arquitectura hindú, un sari (vestido tradicional indio) y el corazón blanco, pero lo más importante es que se amplió el alcance de la representación al incluir personas con diversas discapacidades, más parejas inclusivas y la combinación de tonos de piel para las parejas. Con ello se demuestran las prioridades culturales y representativas en la formación de este lenguaje digital en crecimiento y la importancia del nuevo idioma por ir al mismo paso que la reestructuración cultural mundial.
La colombiana que diseñó los primeros emojis de Apple
Ángela Guzmán es la diseñadora gráfica, nacida en Bogotá, que mientras cursaba su último año en la universidad consiguió una pasantía de tres meses en las oficinas centrales de Apple. Era 2008, el iPhone iniciaba su exitosa vida, Steve Jobs aún lideraba la compañía, y los emojis comenzaban a empapar la cultura digital en occidente.
Bajo la tutela del diseñador visual Raymond Sepúlveda (uno de los mejores iconógrafos del mundo), crearon alrededor de 470 emojis adaptados de los modelos originales japoneses: caras amarillas, lugares, banderas, animales, comida, deportes, edificios... Todos fueron aprobados por Jobs para publicarse en Japón en noviembre de 2008 y 2011 en el mercado estadounidense.
"Mi primer emoji fue el anillo de compromiso, y lo elegí porque tenía texturas desafiantes como el metal y una gema tallada, difícil de interpretar para un principiante. Durante tres meses miré cientos de emojis en mi pantalla, traté realmente de capturar todo esto en cada píxel, acercándome y alejándome, porque cada detalle importaba." UNICODE EMOJI. Te puede interesar:
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