Educar en la tribu puede ser una opción personal como puede ser cualquier otra opción de convivencia que uno desee. Uno puede decidir libremente retirarse a un pueblecito de las montañas y vivir en la más absoluta soledad o puede elegir vivir en comunidad o en comunas, porque cada uno en su libertad puede escoger el modo que desee vivir siempre que respete las normas de convivencia del resto. Hasta aquí no hay problema o al menos no lo veo.Es cierto también que para educar bien a un niño o niña necesitamos que las personas que conviven con él o ella estemos de acuerdo en cómo queremos hacerlo y que rememos todos en el mismo sentido. Yo creo en la familia, tradicional o en las nuevas modalidades de ella, creo en la transmisión de valores que desde esta forma de vida transmitimos de generación en generación. Y no, no creo, que educar en familia empobrezca a los niños o niñas.Tener un hijo, y digo hijo como puedo decir hija, es algo muy grande. Supone adquirir una responsabilidad tremenda. Responsabilizarse de ese ser indefenso que no puede elegir quién ni cómo lo educan y aquí corremos el peligro que veo yo en las palabras de Anna Gabriel. Si como ella propone damos los hijos que tenemos a la comunidad para que sea ella quien se haga cargo de su educación … a quién le entregamos la responsabilidad? ¿A la comunidad? ¿Un ente similar a un Estado que vela por ellos, donde las responsabilidades individuales se diluyen o anulan? ¿Quién es el encargado de explicar qué es lo que está bien y lo que está mal?Olvida esta forma o estilo de ver las cosas que los niños necesitan un adulto de referencia, que le aporte seguridad y equilibrio. Los niños o niñas, pequeños, bebés, no deben ir saltando de mano en mano sin saber quién les acogerá después. Esto, a mi modo de ver las cosas (quizás por falta de información, por lo que me comprometo a documentarme mejor y librarme de prejuicios), genera inseguridad y miedo.Yo elijo educar en familia, elijo educar yo a mis hijos. Porque sí, los hijos son míos aunque no sean de mi propiedad. Sí, los hijos son nuestra responsabilidad.Sí, los hijos son de los padres y madres que los han engendrado o los han adoptado. Los hijos pertenecen a una comunidad, también es cierto, pero necesitan el soporte nuclear que la familia proporciona, sea del estilo que sea esta familia.Yo elijo educar en familia porque quiero ser yo quien abrace a mis hijos cuando tengan miedo, quiero seguir siendo yo quien le de la primera papilla, porque quiero ser yo quien le mire a los ojos cuando sufra i cuando ría. Ser yo quien recoja su primera sonrisa o su primer gran disgusto. Quiero ser yo quien les acompañe al médico, al primer día de guarde o le invite a volar cuando esté preparado. No! No quiero que otras personas ocupen este lugar. Y no, no donaré jamás a mis hijos a una hipotética comunidad para que sea ella quien les diga cómo deben pensar y actuar. Sí, es cierto que la sociedad en la que vivimos ya nos dicta qué hacer y qué no, pero dentro de una gran diversidad que permite la convivencia de diferentes formas de ver el mundo. No, no quiero una gran tribu que eduque a mis hijos. Quiero ser yo quien elija quién y en qué momento debe formar parte de nuestro día a día.¿Y tu qué piensas?(c) Can Stock Photo
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