Se trata de los hisopos, bastoncillos de algodón o cotonetes, cuyo uso en menores está fuertemente relacionado a lesiones del oído.
Dentro de un estudio publicado en The Journal of Pediatrics, los niños menores de 8 años constituyeron alrededor del 67 por ciento del estudio y los menores de 3 años reportaron el mayor grado de lesiones.
La lesión más común diagnosticada para ellos fue presencia de un cuerpo extraño o perforación de la membrana timpánica.
Aunque los peligros de usar hisopos para limpiar los oídos se han dado a conocer en varias ocasiones, recuerda que podría llevarte a perder la audición, y causar mareos, sangrado y dolor.
La mejor forma de limpiar los oídos es no hacerlo, pues como otras partes de tu cuerpo, por ejemplo, la vagina, tienen una forma natural de deshacerse de la cerilla, o de auto limpieza.