¿Qué es la exterogestación?
Quizás a muchos no les sonará esta palabra, o al menos les será poco familiar. Como dice la misma, es la gestación exterior. Son los primeros nueve meses de vida del bebé, ya que se dice que el bebé necesita nueve meses de convivencia intrauterina y otros nueve de gestación exterior al útero. Durante estos nueve meses en el exterior se recomienda que las condiciones para el bebé sean similares a las de los primeros nueve meses. Lo conocemos como proceso de continuum.
Los bebés se forman en el vientre materno y lo que pasa ahí dentro es el inicio de su vida, una vida que continuará fuera del útero materno, evidentemente. Un bebé recién nacido es solo un bebé fuera del útero, porque sus pulmones estaban listos para respirar por si solos y han desencadenado el parte, pero nada más, ni nada menos. Esto deja evidencia de que los cuidados que precisa son exactamente los mismos que cuando estaba dentro del vientre de la madre.
¿Y esto por qué ocurre? Porque nacemos inmaduros. Todos, aunque nazcamos a los nueve meses de gestación nacemos de forma prematura. El nacimiento prematuro, es la moneda que debemos pagar a cambio de andar erguidos en lugar de hacerlo a cuatro patas como otras especies animales con las que compartimos más características de las que nos imaginamos.
La bipedestación convirtió a la especie en animales de caderas más estrechas que el resto y por consiguiente, el canal de parto se estrechó. Debemos nacer cuando el bebé ya no cabe en el útero materno pero, realmente no estamos preparados para nacer. Si nos fijamos en otras especies animales tienen crías que nacen con dientes y que a las pocas horas de nacer ya pueden andar por si solas. En nuestro caso, necesitamos aproximadamente doce meses para poder conseguir este grado de autonomía. Es a partir de los seis meses aproximadamente, cuando empezamos a ver dientes en la boca de nuestras crías e incluso un poco más tarde, y sobre los nueve meses es cuando los bebés se afianzan en el gateo para posteriormente andar.
Nacemos inmaduros a nivel evolutivo en muchos aspectos, por tanto, el cerebro del bebé al nacer también lo es. El cerebro del bebe nace completamente formado a nivel fisiológico pero las conexiones neuronales que se deben formar todavía no. Será poco a poco y determinado por los cuidados ofrecidos por los cuidados que se irán generando. Podemos decir pues que, somos los arquitectos de la psique de nuestros hijos y aunque la genética es determinante, la calidad del trato que le ofrezcamos también forjará su personalidad y su forma de afrontar la vida. Es cuestión de aprendizaje. Es por este motivo que el bebé necesita que se recreen las condiciones que tenía cuando habitaba en el útero, sobre todo durante la primera etapa, es decir, de los 0 a los 6 meses. A partir de los seis meses y hasta los 24, entraremos en otra etapa de la que no vamos a hablar en este caso y en que las necesidades de su hijo también serán distintas.
¿Cómo llevamos a cabo la exterogestación?
Para forjar el hábitat preservado desde los cero a los seis meses hay que facilitar el contacto permanente entre el bebé y su madre. Proporcionando la lactancia materna exclusiva durante todo este tiempo a ser posible y a demanda. En caso de haber optado por dar leche artificial debemos asegurarnos que las condiciones en las que le ofrecemos el alimento son las más parecidas a las que existen mientras se da el pecho.
Este contacto también implica llevar al bebé en brazos el máximo tiempo posible y, promocionar el colecho, ya que también es una forma para asegurar el contacto piel con piel durante la noche.
El colecho podemos practicarlo en la misma cama de los padres o en una cuna para el bebé anidada a la cama de los progenitores. Esta es una buena solución cuando no es posible dormir en la misma cama, ya que a veces se hace incómodo y el descanso de los padres también es fundamental.
En nuestra e-shop de TOC TOC infantil disponemos de cunas para bebés con las que podréis practicar colecho fácilmente y con comodidad tanto para el bebé como para los padres.
De todas formas, si la cuna os parece demasiado grande para los primeros meses o además, necesitáis un pequeño moisés para mientras el bebé duerme durante el día, una muy buena opción es la marca “cucosbaby” ya que las telas y las dimensiones de la misma facilitan lo que comentábamos anteriormente, es decir, igualar las condiciones con las que el bebé se encontraba durante su vida intrauterina. En TOC TOC infantil puedes encontrar una gran variedad de moisés para bebés.
Beneficios de la exterogestación
Así pues, gracias a todos estos cuidados y al hecho de preservar el hábitat durante estos primeros meses de vida del bebé, ¿qué conseguiremos?
Conseguiremos que el bebé piense: “¡he acertado viniendo aquí! ¿me hacen caso, me quieren, se desviven por mi! Y por eso es un bebé feliz, porque tiene tranquilidad, seguridad y ausencia de miedo, ya que sabe que nada malo le va a pasar, como hasta ahora, y si pasara sabe que le ayudarán con premura. Los circuitos que se graban son positivos, duran toda la vida y configuran la base de un apego seguro: [i]
Un bebé que disfruta de un apego saludable y seguro ha contado con la experiencia repetida de respuestas protectoras (…) y de atención previsibles en su madre, respuestas que han sido codificadas implícitamente en el cerebro (…) dado que estas experiencias repetidas han sido previsibles y que, cuando se han producido interrupciones en la comunicación madre-bebé, la madre ha reparado con relativa rapidez y eficacia las rupturas, este bebé afortunado ha sido capaz de desarrollar un modelo mental seguro y organizado de su relación emocional. Su memoria implícita anticipa que el futuro seguirá aportándole tal comunicación contingente”. [ii]
Como pueden ver, la personalidad de nuestro hijo no es solamente una cuestión de genética y mucho menos de la suerte. Podemos influir más de lo que pensamos en la vida presente y futura de nuestros bebés.
A partir de los 7 meses y hasta los 24 entramos en otra etapa, aunque no debemos preocuparnos ya que cada bebé tiene su ritmo de aprendizaje y debemos respectarlo. De forma genérica decimos que es a partir de los 7 meses, pero en muchos casos puede ser incluso más tarde.
En este momento el bebé entra en una etapa donde logrará algunos de los más importantes aprendizajes de su vida como por ejemplo la alimentación complementaria, la deambulación (gatear, andar…), la superación de la angustia por separación, el control de esfínteres.
Por tanto, no es de extrañar que sea durante esta etapa, donde la exterogestación ya pierda el peso y la importancia que tenía hasta el momento ya que, es el propio niño quien decide despegarse físicamente de su madre y/o cuidador principal y empezar a explorar el mundo por si solo al entender que es una persona distinta a la madre y que puede hacer cosas como desplazarse, por ejemplo.
Esta es también una etapa de vital importancia para el desarrollo del bebé y por eso le dedicaremos el tiempo que se merece en otro de nuestros post.
[i]Jové, R. (2011)La crianza feliz. Cómo cuidar y atender a tu hijo de 0 a 6 años. La esfera de los libros. Madrid. P. 50.
[ii] D.J. Siegel, op. Cit., p.63
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