Como educación siempre he entendido un proceso que debe combinar dos elementos: la formación del niño como persona en cuanto a valores de vida y la formación académica que debe estar centrada en el desarrollo de habilidades intelectivas, ya que los contenidos aprendidos en el colegio tarde o temprano se van a olvidar, pero si se han desarrollado habilidades de análisis, síntesis, juicio, relación, cuando el niño tenga que enfrentarse de nuevo con un tema que quizá olvidó y con nuevos conocimientos, podrá hacerlo satisfactoriamente ya que ha desarrollado las herramientas necesarias.
Me centraré en este escrito en la parte de la formación académica.
Como estudiante y como maestra, he podido observar que la mayoría de las clases que siguen la enseñanza tradicional, después de unos pocos minutos, no logran mantener la atención y el interés de los estudiantes.
Entre los factores que causan esta desmotivación en los alumnos podemos observar:
las falencias que tienen los profesores como oradores, dando un discurso tan poco interesante en la forma, que es imposible mantener la atención.
los temas que son dictados tienen pocos elementos novedosos, lo que también lleva a perder el interés porque nadie quiere estar mucho tiempo escuchando algo que ya sabe hasta que finalmente encuentre algo que le aporte a su conocimiento.
las clases son preparadas y dictadas para un público general en el que siempre se encontrarán tres grupo: un grupo promedio (que es para el que se prepara la clase), un grupo bajo que presenta o dificultades para el aprendizaje o pocos conocimiento previos para enfrentarse al nuevo tema y un grupo avanzado que por sus características personales o familiares ya tiene la mayoría de los conocimientos que van a ser dictados por el profesor. Estos dos últimos grupos, generalmente no sacan nada o casi nada provechoso de las clases.
la educación actual con sus metas estandarizadas en pruebas con una calificación cualitativa han llevado a que los diferentes centros educativos se rijan por una metodología que en palabras simples, se puede resumir en copiar, memorizar y plasmar en un taller o en un examen.
Este proceso de memorización está entendido como una repetición de la información hasta lograr una fijación en el cerebro. Y es tan mecánica que, me he encontrado estudiantes que si se les olvida una palabra no saben como seguir dando la información porque no han alcanzado una comprensión del tema, de forma que lo puedan explicar con otras palabras.
A esto hay que sumarle que lo que han memorizado van a tener que plasmarlo en un taller o examen, como mencionaba anteriormente, que va a ser calificado con una nota. Por lo que hay que añadir un grado de estrés que viene de: ser ridiculizado por el profesor si saca mala nota, competitividad con los compañeros por no querer ser el peor o por querer siempre ser el mejor, presión por parte de los padres de familia de que obtengan buenas notas e inclusive por parte de algunos, de obtener la mejor nota.
El estrés al que se ven sometidos los niños con estas calificaciones, los lleva en muchas ocasiones bloquearse y no ser capaces de transmitir los conocimientos que con tanto esfuerzo han logrado memorizar.
De todas las corrientes educativas que he estudiado a lo largo de mi profesión, conocer ésta me ha llamado poderosamente la atención.
María Montessori fue una educadora, que escribió el libro El Método Montessori en 1912 planteando unos postulados educativos completamente diferentes a los que se utilizaban en la época.
Este método es una forma distinta de ver la educación, en la cual el niño o niña puede desarrollar todas sus potencialidades, a través de la interacción con un ambiente preparado, rico en materiales, infraestructura, afecto y respeto, en el cual el estudiantado tiene la posibilidad de seguir un proceso individual, guiado por profesionales especializados
Uno de los pilares del modelo de escuela Montessori es la autorregulación que generan los estudiantes de su propia actividad en torno al logro de aprendizajes, invitándolos desde pequeños a generar un ambiente de trabajo y respeto, además de ser el alumno quien determina el tiempo necesario según sus capacidades para lograr un determinado objetivo. Se invita a los niños a evaluar constantemente su actividad frente al desarrollo propuesto, promoviendo siempre la optimización del trabajo realizado, generando una capacidad de autocrítica y responsabilidad con su propia persona y con el resto que conforman el grupo de trabajo (Montessori, 1940, citado en La evaluación docente en la pedagogía Montessori: propuesta de un instrumento. Universidad de la Sabana, Bogotá, Colombia, Bermudez y Mendoza, 2008).
Haciendo referencia a los aspectos más importantes mencionados en esta metodología, está la importancia de que el niño realice las cosas por sí mismo, porque sólo así las asimilará y aprenderá como propias.
De esta forma un niño continuará aprendiendo después del tiempo pasado en el colegio, porque tendrá una motivación interior, una curiosidad natural, además del amor al aprendizaje.
De esta forma vemos, que María Montessori no pretendía que la estadía en el colegio fuera un momento para llenar a los estudiantes de información, sino de cultivar su deseo de aprender.
Algunas diferencias entre la metodología tradicional y le Método Montessori:
Método Montessori
Reciben la educación de manera frontal. Hay un maestro frente al grupo (cuyos integrantes son de la misma edad) y éste se dirige a ellos de manera grupal, por lo que el avance en el programa de estudios es colectivo. Al ser de esta manera, algunos niños se quedan con lagunas en su educación a pesar de la buena voluntad del maestro.
"La meta de la educación debe ser cultivar el deseo natural por aprender”, por lo que se manejan varios grados en cada grupo y existe diversidad de edades. Los niños más grandes ayudan a los pequeños, los cuales a su vez retroalimentan a los mayores con conceptos ya olvidados.
Énfasis en conocimiento memorizado.
Énfasis en estructuras cognoscitivas.
La maestra desempeña un papel dominante y activo en la actividad del salón. El alumno es un participante pasivo en el proceso enseñanza aprendizaje.
La maestra desempeña un papel sin obstáculos en la actividad del salón. El alumno es un participante activo en el proceso enseñanza aprendizaje.
La maestra actúa como la fuerza principal en la disciplina.
El ambiente y el método Montessori alientan la autodisciplina interna.
La enseñanza en grupo es de acuerdo al estilo de enseñanza para adultos.
La enseñanza individualizada y/o en grupo se adapta a cada estilo de aprendizaje según el alumno.
La estructura curricular para el niño está hecha con poco enfoque hacia el interés del niño. La maestra entrega los conceptos al niño directamente. Al niño se le da un tiempo específico, limitando su trabajo.
El niño escoge su propio trabajo de acuerdo a su interés y habilidad. El niño formula sus propios conceptos a partir del material seleccionado (autodidacta). El niño trabaja por el tiempo que requiera en los proyectos o materiales escogidos.
Si el trabajo es corregido, los errores son usualmente señalados por la profesora.
El niño descubre sus propios errores a través de la retroalimentación del material.
El aprendizaje es reforzado externamente por el aprendizaje de memoria, repetición, recompensa o desaliento (anotaciones al libro y/o con las notas)
El aprendizaje es reforzado internamente a través de la repetición de una actividad y de la misma forma el niño recibe el sentimiento del éxito.
Al niño usualmente se le asignan sus propias sillas, insistiendo permanentemente en que se sienten quietos y oigan durante las clases.Pocos materiales para el desarrollo sensorial y enseñanza conceptual de forma, mayoritariamente abstracta.
El niño puede trabajar donde se sienta más confortable, puede moverse libremente y hablar con otros, pero cuidando de no molestar a los demás compañeros. Material multi sensorial para la exploración física y enseñanza conceptual mediante la manipulación concreta.
Los padres voluntarios se reúnen solamente para recaudar dinero o fondos. Y, en general, no participan en el entendimiento del proceso de aprendizaje.
Organiza el programa para los padres en función de que entiendan la filosofía Montessori y participen en el proceso de aprendizaje de sus hijos.
En la época en que los postulados de María Montessori se dieron a conocer, fueron completamente renovadores y deslumbraron a muchos por la sabiduría que escondían. Ahora nos parece muy común escuchar hablar de esta metodología.
Espero que estas reflexiones lleven a muchos maestros, trabajen en un colegio Montessori o no, a preguntarnos qué oportunidades les estamos dando a nuestros alumnos para que aprendan a su propio ritmo y especialmente, si estamos despertando en ellos un gran amor por el aprendizaje.