¿Qué hacer luego del parto? Es el mayor temor de muchas de las madres nuevas de este mundo, ya que, tras la experiencia del embarazo y del parto, viene una etapa si cabe, más bonita: la maternidad y el día a día con tu bebé en casa. Es lógico, sobre todo si eres madre primeriza, que las dudas y los nervios ante tu nueva faceta, te asalten.No te preocupes porque con organización y la naturalidad todo es mucho más fácil. Si esta frase no te convence, te ayudamos con algunos consejos para la vida diaria.
Experiencia única ¡y agotadora!
Nadie dijo que fuese fácil tener un hijo y más en los tiempos que corren. Pero si preguntas a las madres de tu entorno más cercano, lo más probable es que todas te digan que les compensa restar horas de sueño a su horario o trabajar mucho más que antes.Ante todo has de saber que no estás sola. Lo lógico es que tu pareja esté contigo y repartáis al máximo las tareas relativas al bebé. Es cierto que temas como la lactancia o los primeros baños y cuidados serán tareas eminentemente tuyas, pero con el paso de los meses verás como poco a poco la experiencia de ser madre se compensará con el apoyo paterno y con los importantes pasos que iréis viendo en la evolución de vuestro bebé.
Hora de comer
Tanto para la comida, como para el baño o las horas de sueño, ten presente que a partir de ahora tú no serás la que ponga el horario, sino que será tú bebé quién irá marcando las pautas en la rutina diaria.¿Sabes que las matronas recomiendan dar de comer a demanda? Esto quiere decir que las primeras semanas e incluso meses, tú hijo manifestará su hambre a través del llanto, que es su única manera de expresarse. Por lo tanto te lo pondrá muy fácil. Cuando llore y sepas que hace un tiempo considerable que no ha comido, es que tiene apetito.Es normal que los recién nacidos pidan el pecho unas 12 veces diarias.
No te alarmes porque es muy común, aunque no en todos los bebés. Cuando le ofrezcas el pecho si por cualquier motivo lo rechaza, ofrécele pacientemente el otro. Si aún así se niega a alimentarse, nunca le fuerces.
El baño, unos 10 minutos
El momento del baño no tiene por qué durar más de 10 minutos y puede ser tanto por la mañana como por la noche. Ahí sí que tienes más margen de decisión puesto que tu bebé no demandará un baño como sí que lo hace con la comida.Por lo general las matronas recomiendan la noche o la tarde para bañarlos porque se cree que favorece a la relajación antes del sueño. No es recomendable que tu hijo recién nacido pase demasiado tiempo en el agua. Tiene la piel muy sensible y fácilmente irritable y cualquier exceso por mínimo que sea puede causarle una pequeña erupción o molestia.
Tus ocho horas diarias de sueño
Aunque te parezca imposible con todo lo que tienes que hacer durante el día, debes darte un descanso que consista en al menos ocho horas de sueño. Si tu descanso redime, no estarás al cien por cien para dedicarte a tu pequeño.La lactancia puede hacer que interrumpas tu sueño, pero siempre puedes proseguirlo después de cada toma. Este quizá sea el trance más duro de la maternidad, si has decidido darle el pecho. El ‘sueño a saltos’ no tiene la misma función ni repercusión en tu rutina, pero cada minuto de descanso cuenta, así que no los desaproveches.Tú día a día
A continuación te mostramos unas pautas de las que puedes ‘echar mano’ para que tu vida diaria sea lo más organizada y tranquila posible:Por la mañana, antes de la primera toma de tu bebé, báñale, para que cuando coma, puedas volver a acostarle y así realizar tus tareas personales, como desayunar, ducharte y vestirte o hacer cosas de casa. Después puedes echarte la siesta hasta que te despierte para su siguiente toma. Antes de comer, tras tu pequeña siesta (y la suya) te pedirá la siguiente toma. Puedes dársela y aprovechar ese tiempo en el que tu bebé está despierto, para arreglaros ambos y salir a dar un paseo o hacer las compras que necesites.Al mediodía, dale primero a él de comer y después emplea el tiempo en el que él esté digiriendo su comida para ti. Según las matronas, cuentas aquí con unos 45 minutos de descanso para tí. Por la tarde, temprano, te pedirá su nueva toma antes de dormir, sin contar con las de medianoche, por lo que puedes darle el pecho y ‘ aprovecharte’ de alguien de confianza para que cuide o saque al niño a pasear y así emplear ese tiempo extra para hacer aquello que no te ha dado tiempo durante el día.
Como has comprobado, la maternidad, sobre todo al principio constará de pequeños ratos para ti y la gran parte del día dedicada al nuevo miembro de la casa, tu bebé.No olvides que a todo esto has de sumarle el incondicional apoyo de tu pareja, de tu familia y amigos que seguro que son los primeros en ofrecerse encantados a compartir las tareas relativas al bebé.Además, asegúrate de mantener la paciencia y el sentido del humor. Recuerda que lo realmente importante es que tú bebé y tú atraveséis por cada pequeña etapa de esta bonita relación madre-hijo con salud y con el calor de los vuestros. ¡Enhorabuena!