Desde que nacen nos pasamos el tiempo repitiéndoles, di mamá, ma—má. Lo del padre no nos interesa tanto, de hecho si somos sinceras con nosotras mismas, que dijera papá antes que mamá supondría en la familia un verdadero baby-drama. Qué le vamos a hacer, así somos las madres y para qué, si en pocos meses nos acribillaran primero a palabras sin sentido, después nos perseguirán mami, mami….
Ya no sabrás lo que es ir al baño sola, darte una ducha relajante, pero en cambio tendrás una vocecita continuamente diciéndote “te equivocaste”. Sí amigas, es que mi pequeña de 2 años y 10 meses ya se lo sabe todo y mamá y papá, nos equivocamos constantemente.
Hasta aquí todo bien, porque como le respondo a mi hija “Sí cariño, claro que mamá también se equivoca” Pero entonces es cuando empiezan los “por qués” Ese interrogatorio que toda madre conocemos a la perfección y que nunca tiene fin. Porque reconozcámoslo por mucho que nosotras lo intentemos los “porqués” de un niño son infinitos.
Al décimo “por qué” ya me hierve la sangre, intento mantenerme tranquila, razonable, pero dentro de mí, se está gestando el monstro-mamá. Mis venas se empiezan a hinchar, el cuerpo se me pone tenso y entonces mi última respuesta, la que mi pequeña no quiere que le diga, la que sentencia el fin de las preguntas, el consabido “Porque SÍ”.
No me digáis que nunca os ha pasado y entonces la cara de vuestro retoño se transforma, os intenta camelar. Lo sabemos a todas nos pasa.
Así que si aún estáis a tiempo aprovechar lo que os queda hasta que vuestros hijos se conviertan en verdaderos loritos.
Que va, aprovechar éste y todos los momentos que podáis con vuestros hijos, porque aprenderéis de ellos cosas inimaginables y fundamentalmente porque vuestro cariño y presencia, son fundamentales.
La entrada VERDADEROS LORITOS aparece primero en TREINTAÑERA Y MADRE.