Aunque parezca una obviedad, no hay que zarandear a los bebés porque es peligroso. Y no lo digo yo, que también, sino que es una campaña iniciada por las unidades de Neurología y Neuropsicología Infantil del Hospital Universitario 12 de Octubre, en colaboración con la Fundación Mutua Madrileña. Si un hospital, de tal magnitud, se preocupa en divulgar esto tan obvio, por algo será.
Parece ser que en ciertas ocasiones, algunos padres y/o cuidadores se ven desbordados ante el llanto incesante de un bebé y tienen a zarandearle para ver si así se calman. Seguramente no tiene constancia de que ese gesto puede causar al niño daños irreparables. Ese inocente zarandeo puede empujar su frágil cerebro contra el cráneo y provocarle graves secuelas como:
Problemas de visión
Fracturas costales
Axfisia
Incluso, hasta la muerte
El síndrome del Niño Zarandeado o Trauma Craneal No Accidental (TCNA), se caracteriza por la presencia de hemorragia intracraneal y retiniana, edema cerebral y posibles fracturas óseas ocultas, que no presentan signos externos o casi son imperceptibles, de ahí su peligro.
Este tipo de movimientos realizados por adultos, que no suelen ser premeditados, son más frecuentes de lo deseado. Desde 2002, en el Hospital Universitario 12 de Octubre, se han detectado 24 casos, con una edad comprendida entre 1 y 8 meses, de los que 4 fallecieron. El 91 por ciento de ellos precisó ingreso en UCI Pediátrica y un tercio requirió intervención neuroquirúrgica. De los supervivientes, 14 han tenido seguimiento en el 12 de Octubre, teniendo en cuenta que un 71 por ciento de ellos presenta secuelas neurológicas mayoritariamente graves.
Si conoces a alguien con un bebé, por favor, comparte esta información. Un niño no puede morir por llorar pero si por las secuelas provocadas por tratar de para ese llanto de forma inadecuada.
¡¡FELIZ MARTES!!