Los niños aman dormir con sus padres

Desde que mi hijo comenzó a dormir en su cuarto, por determinación propia, siempre estuve preparada para recibirlo en mi cama en cualquier momento. Recuerdo que escuchaba la puerta de su cuarto en medio del ruido de los aires acondicionados, es una habilidad que despierta desde que tú bebe nace, puedes escuchar aun el sonido más leve.

Recibí muchos consejos cuando mi hijo nació y uno de ellos fue que no era recomendable

que los niños compartieran la cama de sus padres; francamente respeto la decisión de cada quien pero mi instinto de madre siempre me ha dicho que el niño pide lo que necesita y yo debo proveérselo.
Antes de nacer, preparamos su cuarto y lo dejamos listo para recibirlo, con la convicción de que dormiría allí, era una pequeña casa y las habitaciones estaban muy cerca, pero cuando nació me fue imposible dejarlo solo y lo pasé para la habitación contigua, abrimos una gran puerta entre ambos cuartos, sin embargo terminé colocando su cuna junto a mi cama, de allí podía observarlo cada vez que yo despertaba durante la noche. Por más de un año compartió nuestra habitación pero no nuestra cama, porque siempre tenía miedo de hacerle daño si me quedaba dormida, era tan pequeño, pero en la medida que fue creciendo lo dormía en mis brazos y como tardaba en dormir, terminaba rindiéndome con él en mi cama.

Cuando cumplió cuatro años nos mudamos a un apartamento mucho más grande, sin embargo, desde el principio me dijo, _ mami, quiero dormir en mi habitación. El hizo de ese lugar, su espacio, su refugio.

Así que desde allí, algunas veces él venía a mi cama en medio de la noche y yo simplemente abría mi cobija para que el entrara y lo abrazaba para que sintiera el calor y la seguridad que venía a buscar.

Aun hoy cuando visita mi cama los fines de semana, después de despertar por la mañana, yo abro mi cobija y lo caliento un poco, se está unos minutos y luego me dice _mami, ya me voy. Algunas veces lo convenzo para que se quede 5 minutos más.

Lo que quiero significar con esto es que, no importa cuánto los mimemos o los acurruquemos, ellos siempre terminarán haciendo su propio equilibrio, buscando su propia independencia que viene con la edad, porque la formación de un niño tiene que ver con muchas cosas.

Fuente: este post proviene de Blog de windyyelena, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Soy la mama de un adolescente, está muy próximo a cumplir 16, y es difícil no preocuparse porque está creciendo muy rápido y llegando a una etapa difícil en la vida, una etapa de muchos cambios y hast ...

Hoy quiero escribir un poco sobre mi proyecto de vida y mi decisión firme de emprender, este ha sido mi sueño desde hace mucho tiempo, he acariciado esa idea por años, hasta que la vida me trajo a est ...

Etiquetas: generalblog

Recomendamos