¿Cómo sería nuestra vida cotidiana sin escuchar absolutamente nada? Probablemente no podamos hacernos a la idea. No es el caso del pequeño Jonathan, que ha vivido varios meses de su vida con sordera total, pero hoy, gracias al implante cloquear, puede oir la risa o las carantoñas de su madre, por primera vez en su corta vida.
Fijáos en la cara de felicidad del peque cuando por fin, puede oir lo que le dice su emocionada madre.
La operación a la que se ha sometido a Jonathan, al contrario de lo que se cree, no es novedosa ni reciente, pero no todos los niños sordos pueden acceder a ella. Su continua perfección y la investigación incesante en el campo de la sordera, hace que cada vez sea más sutiles, tanto el proceso operatorio como las tímidas secuelas en el paciente.
En algunos países la Seguridad Social cubre los gastos del implante, entre ellos el nuestro. Los requisitos para la intervención son:
-Que el paciente con un nivel notable de sordera, haya probado otros métodos para conseguir niveles básicos de audición, como el audífono.
-Que no sean enfermos mentales o no puedan someterse a la anestesia general.
-Que no convivan con padres sordos signantes, salvo excepciones a criterio médico.
¿Qué os ha parecido el vídeo? Me lo ha pasado un compañero, y la verdad es que alegra la mañana a cualquiera.
Más información en: Web del Implante cloquear en España