Cómo elegir potito para tu bebé

A partir de los seis meses, los bebés comienzan a tener otras necesidades de alimentación en las que se debe añadir alimentos complementarios que hasta este momento no se habían incluido, tales como pescados, legumbres, carnes, cereales y fruta. Para cubrir estos nuevos requisitos, los potitos y papillas emergen como una opción excelente.

A la hora de elegir esta forma de alimentación, se pueden seguir varias vías: por un lado, puedes preparar el potito o papilla en casa siguiendo en todo momento las instrucciones y preceptos de tu pediatra con el fin de conseguir una dieta equilibrada y variada para tu hijo o puedes optar por comprar potitos ya cocinados, siempre y cuando se ajusten a las necesidades concretas del bebé. En este último caso, adecuarse a los consejos del pediatra al tiempo que escoges entre el enorme abanico de posibilidades que ofrecen los supermercados puede hacer que la tarea de elegir potito se torne ciertamente compleja.

Así pues, con el objetivo de facilitaros la tarea, a continuación, os dejamos una serie de consejos para comprender la información que presentan las diferentes marcas de potitos:

Hay que tener muy en cuenta la edad para la que está aconsejado el potito, ya que esta podrá variar dependiendo de la composición y textura de los alimentos empleados en la preparación. Puedes encontrar potitos divididos por diferentes grupos de edad: a partir de cuatro, seis, ocho y doce meses.

Ojo con los ingredientes: es un requisito obligatorio que la etiqueta de la papilla muestre todos los ingredientes que se han empleado para preparar el potito. Además, deberás comprobar cada uno de ellos con cuidado para asegurarte de que aparezcan aquellos que nos ha solicitado el pediatra con el fin de completar la dieta de tu bebé. Por otra parte, la composición de cada potito será distinta dependiendo de la edad:

Deberás esperar hasta los diez meses para poder añadir ciertos grupos alimentarios susceptibles de resultar alergénicos, tales como clara de huevo, pescado, frutos secos, aditivos y algunas frutas como las frambuesas, las fresas, la mora o el melocotón.

No es recomendable introducir leche de vaca hasta los doce meses.

Ten cuidado con la sal y el azúcar: no deben estar presentes en las papillas ni potitos.

Atención con el nombre del potito: en este punto queremos hacer hincapié en el hecho de que no basta con saber que la papilla que queremos comprar está fabricada a base de pollo y verduras, sino que resulta vital conocer qué verduras concretas lleva, así como la cantidad y la proporción en la que se añade cada uno de los alimentos para, de esa manera, ajustarnos a las recomendaciones del pediatra.

Ten presente las etiquetas especiales: presta atención a los potitos que incluyan alguna etiqueta especial que incluya características como el hecho de incluir o no gluten, azúcar, aceite de oliva, etc. Así, atendiendo a estas especificidades podrás compararlas con las indicaciones de tu pediatra con el fin de comprar o no el potito.

Fuente: este post proviene de La Botica de Guardia, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Etiquetas: bebés y niños

Recomendamos