Hello everybody!!
Frío, lluvia y nieve son los alicientes perfectos para quedarse en casa un fin de semana elaborando preciosuras y perfeccionando técnicas que falta nos hace.
Hoy os traigo mi primer experimento con arcilla polimérica para hacer estos pequeños cuencos en donde colocar mis anillos y pendientes cuando llego a casa.
La idea vino de la mano de Isabel, de El Rincón de Ángela. La vi pintarlos en un evento para bloggers que celebramos hace tiempo en Valladolid y pensé que tarde o temprano me animaría a hacerlos yo. Por cierto, si aún no la conocéis, no dejéis de pasaron por su Facebook y mirad detenidamente la de cosas preciosas que hace por encargo y totalmente personalizadas.
Normalmente yo siempre uso arcilla polimérica de secado al aire de la marca Jovi aunque lo cierto es que se resquebraja un poco y deseando estoy de utilizar otras marcas para ver la diferencias entre unas y otras.
Lo primero, como siempre, será hacer una bola con un trozo de arcilla. Recomiendo encarecidamente que os humedezcáis algo los dedos antes de trabajarlas sobre todo si tenéis la calefacción muy fuerte en casa porque tiende a agrietarse.
He descubierto que lo mejor es amasar con un rodillo de silicona o metacrilato aunque yo no tengo y siempre utilizo el típico de madera para cocinar.
Una vez amasado, simplemente utilizamos como molde otro bowl que tengamos en casa y cortamos ayudándonos de algún utensilio de plástico terminado en punta para que el reborde sea lo más limpio posible.
Vamos apretando poco a poco con cuidado de que no se nos rompa y dejamos secar. Este paso es importante y debemos prestar atención a no dejar la arcilla en un lugar demasiado cercano a la calefacción o corrientes de aire para evitar que se doble y deforme.
Unas cuantas horas de secado y ya podemos personalizarlo y pintarlo como más nos guste.
Feliz semana!!
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