Cabo Home es uno de los rincones mágicos que conocí este verano. Lo que no entiendo es como no habíamos ido antes quedándonos tan cerquita. Gracias a que mi amiga María, nos propuso un paseo por la zona de Cangas, que aunque ya la conocíamos siempre es un placer acercarse a ese pueblo y disfrutar de su paseo y su gastronomía.
Para los que no conocéis nada de la zona, deciros que es muy turística, y que se está convirtiendo en los últimos años en una especie de “Caribe” Gallego por su clima. Este año mi amiga María pasó allí sus vacaciones, así que en su blog, Las Historías de María vais a encontrar recomendaciones gastro y de interés turístico sobre Cangas.
Para llegar hasta aquí has de cruzar la Aldea de Donón, perteneciente a la parroquia de Hío, en el ayuntamiento de Cangas. Cuando llegas al aparcamiento de la Caracola, antes de bajar del coche ya sabes que es una obra de arte digna de admirar. Lito Portela es el autor de esta maravilla hecha en acero inoxidable. Desde ella puedes ver los acantilados de la Costa de la Vela. Si miras a tú derecha verás la Isla de Ons, y a la izquierda las Islas Cíes.
Los atardeceres en este lugar son espectaculares. El sol se va escondiendo entre ambas Islas para desaparecer finalmente en el mar. Así que uno de los mejores momentos para visitar Cabo Home es antes de la puesta de sol, ya que es una de las más bonitas que he presenciado hasta el momento.
Desde el mirador de la caracola, parten los caminos a los faros a través de un camino forestal que recorre la costa de la vela.
Aunque no es un camino muy bueno, si que puedes acceder en coche. No vayas muy rápido porque hay bastantes baches pero llevaderos. Al final de este camino te encuentras un gran aparcamiento desde el que puedes ver parte del Faro de Punta Subrido.
Al llegar al faro puedes pararte a hacer unas fotografías porque las vistas merecen la pena. Desde aquí puedes ver la ría de Vigo, las Islas Cíes, el faro de Robaleira y la Playa de Melide a la que puedes bajar por cualquiera de los caminos que discurren al pie del faro.
El faro de Punta Subrido es antiguo, sencillo y está decorado con algún que otro grafitti. Desde ahí, puedes adentrarte un poco hacia el acantilado para poder hacer fotos desde la misma punta de Subrido. No hay peligro siempre y cuando no te acerques demasiado o hagas la cabra loca, que tampoco es lo recomendable.
Si te apetece, tienes una ruta de senderismo que recorre los tres faros, la distancia no es muy grande, unos 3 -4km. La duración si te paras a hacer fotos y disfrutar un poco del paisaje ronda el par de horas. Eso sí, es imprescindible el uso de gorra y crema solar, sobre todo en épocas de verano, o días con mucho sol.
Nosotros fuimos por la tarde, así que en este punto nos dimos vuelta hasta la Caracola, dónde hay un par de chiringuitos donde tomar algo fresquito mientras esperas la ansiada puesta de sol. Y en ese momento si que hay que acercarse de nuevo a la Caracola por lo que conté anteriormente.
Este lugar creo que es tan bonito que hay que verlo y explorarlo con detenimiento en varias visitas. Ya que hay muchos puntos de interés que valen mucho la pena. La Playa de Melide es uno de estos casos, y aunque sea para dar un simple paseo descalza a la orilla del mar hay que bajar…
Otro de los atractivos de este lugar, es la subida al Monte Facho, que ya no nos dio tiempo de realizar y que queda para la próxima visita. La ruta de es unos 20min en ascenso y desde arriba hay unas vistas aun más bonitas que desde la Caracola. Además podrás visitar el santuario más antiguo de Galicia lleno de historias preciosas que os contaré cuando suba y lo vea y viva en primera persona.
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