Pero hoy, me he dado cuenta de lo que realmente importa es echar rienda suelta a la imaginación, sin rascarnos demasiado el bolsillo. Así que os presento otra entrega de decoración infantil, mucho más económica, dinámica y por lo menos para mi ¡divertida!
Se trata de decorar el árbol de Navidad a base de accesorios que ya tengamos en casa. Hazte con un montón de peluches que estén en buen estado y sean bonitos; puedes usar para enlazarlos unos cordones chulos que compres, o bien lazos de raso o hilo, a tu gusto, siempre y cuando 'peguen'. Ya tenemos todas las herramientas para hacer convertir en atípico y diferente un árbol de toda la vida.
Si no te va lo de los peluches, porque crees que no conjuntan o son demasiado aparatosos, no te preocupes, porque comprando golosinas y algunos de esos paraguas y bastoncitos de chocolate tan apetecibles, puedes crear un mundo de fantasía tan mágico como sabroso, pues cuando acaben las navidades, si os resistís hasta entonces ¡podréis comeros literalmente el árbol!
También está la opción de los calcetines de colores. Preferiblemente gorditos y con dibujos. Los puedes ir colgando en el árbol e incluso, entremezclarlos con las chucherías. Queda realmente bien, os paso unas fotitos para que os hagáis una idea...¡Qué emoción! Creo que este fin de semana sin falta, me pongo con mis sobrinos.
¿Os animáis a decorar el árbol de esta manera tan entrañable? ¿Damos ideas juntos?
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