Llega el frío y los pequeños son más a enfriarse. Unos consejos pueden ayudarnos a evitar males mayores.
La regla de oro: los niños deben llevar una prenda más que los adultos. También es mejor tener varias prendas más finas en lugar de una gruesa, para ajustarlas según dónde estemos, y que tampoco sude. Por el mismo motivo, es bueno no tener la calefacción demasiao alta (eso también es beneficioso para nosotros, ya que el ambiente se reseca menos).
En su caso, los gorros y guantes son más importantes que para los adultos.
Lo mismo que mantener al niño hidratado (y para ésto cuentan sopas o vasos de leche, que ayudan a entrar en calor también) y bien alimentado con alimentos con calorías (pan, pasta, patatas...) y vitaminas (verduras, cítricos...).
Eso sí, que no dejen de salir a la calle si hace buen día. No es bueno que estén encarrados en casa. Con evitar grandes aglomeraciones y lavarse bien las manos al volver eliminaremos los mayores riesgos de contagio de virus.
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