Y tras Papá Noel, el día 28 de diciembre llegó mi cumpleaños. Allí estaba mi madre desde primera hora de la mañana haciéndome fotos. Que estaba yo medio dormida y ella venga con la maquinita ¡madre de dios que atosigamiento!. También nada más abrir el ojo vi la sonrisa de mi madre y mi padre y el sonido de lo que parecía ser la canción del Cumpleaños Feliz. Ya estaba yo entrenada en cantarla porque diez días antes había sido el cumpleaños de mi padre y no hizo otra cosa desde que salí de la guarde que cantársela a mi padre y a continuación le daba un besito y le tiraba de las orejas, ¡harto lo tenía! Pero eso para que se den cuenta de que ellos a veces también se ponen muy pesados.
Realmente lo que fue mi cumple comenzó por la tarde, mis padres habían invitado a familiares y amigos a tomar algo a casa, y vaya jaleo se armó. Con 7 niños haciendo de las suyas por toda la casa (en un piso de 70 metros cuadrados que incluso mi madre pilló a mi primo Javi escondido en el armario de la habitación) y cerca de una veintena de adultos. Mi madre estaba dentro de lo que es relajada, como diciendo bueno un día es un día, porque mi madre para eso del orden se pone mala, le gustan las cosas en su sitio y claro mis primos y yo lo pusimos todo patas arriba.
Pero fue un día muy bonito, ver a la mayor parte de la familia y amigos reunidos. Yo como una loca no paraba de querer soplar la vela, me cantaba yo misma el cumpleaños feliz y daba palmas sin parar. Me regalaron un montón de cosas; la mayoría ropa, aunque también hubo algún juguete. Entre los juguetes el ordenador de Pocoyó me encantó, aunque ahora no le haga mucho caso, y suelo decir cuando me preguntan que cuantos juguetes tengo "pocos" lo digo un poco riendo sabiendo que en realidad no es así, pero como les hace gracia a todos.
!Madre mía! como pasa el tiempo ya tengo 2 años. Dicen mis padres que en el último mes he aprendido un montón de cosas. Ya os las iré contando.