¡Hola a todos! Se terminan las vacaciones para muchos de nosotros, en concreto, para casi toda la plantilla de redacción de facilisimo, que este verano hemos estado un poco 'repartidos' por el mundo, como auténticos mochileros. En cuanto a mí, este pasado Agosto ha sido espectacular. Estas vacaciones me he dedicado a una interesante experiencia: hacer voluntariado.
Me tenéis que perdonar, porque apenas me dio tiempo a avisaros, en la comunidad, de que me iba a Marruecos a realizar diferentes acciones, en concreto un voluntariado de ayuda social, a través de una asociación local marroquí, pero es que ya se sabe que los preparativos de última hora, a veces se tornan algo caóticos. El caso es que he pasado más de 15 días en contacto con la población infantil y joven de una zona llamada Azrou, cerca de Ifrane y del Atlas medio de Marruecos, justo en el interior del gran país vecino.
Mi día a día consistía, eminentemente en, madrugar, y preparar las clases de inglés que me encargaba yo misma de impartir, a diferentes chicos y chicas cuyas opciones de ocio veraniego son bastante reducidas, por no decir nulas. Un tipo de voluntariado lúdico-formativo (las clases eran interactivas, e incluían canciones y juegos) que se complementaba con otros proyectos, como el de manualidades con niños más pequeños, o la educación física a través de juegos y bailes. Después de unas dos horas de clase diarias, y de embriagarme de la cultura marroquí, gracias al calor de sus gentes, a su amabilidad, hospitalidad y generosidad, también había tiempo para dar clases de dialecto local, a realizar visionado de películas sobre la cultura arabo-islámica, e incluso, de visitar otras zonas desfavorecidas donde aportar nuestro granito de arena (éramos unos 20 voluntarios de diferentes países ) como un centro de ancianos sin recursos, donde llevamos productos de primera necesidad, como leche o pañales.
No puedo resumir, ni siquiera describir con palabras todo el amor que me llevo, (en los bolsillos y en el corazón) así como las eternas y francas sonrisas de una juventud increíble a la que apenas brindé unas horas diarias de mi tiempo, de mis experiencias y de mi calor.
Los invito a todos a hacer voluntariado alguna vez, es una experiencia realmente llenadora. Finalmente me despido. ¡Ya os contaré más 'cosillas'!Foto. Facebook oficial Asociación Felicidad sin Fronteras.
Fotógrafo: Laura Pazo.