Cuando se habla de higiene del sueño se hace mención a una serie de acciones que se deben practicar por un determinado tiempo en pro de obtener como resultado el máximo nivel de descanso de calidad durante las horas de sueño. No obstante, uno los enemigos directos de la higiene del sueño son los trastornos del sueño, éstos están presentes tanto en niño como en adultos.
En lo que refiere a los infantes se presenta principalmente mediante el sonambulismo debido a la practica de hábitos perjudiciales o errónea practicas de la higiene del sueño; las pesadillas recurrentes, la dificultad para conciliar el sueño o los terrores nocturnos también constituyen la amplia gama de los trastornos del sueño.
Es muy frecuente en los niños entre los 3 y 15 años y normalmente existen antecedentes familiares. Los niños sonámbulos hacen actividades que harían estando despiertos, se levantan de la cama y caminan con los ojos despiertos, hasta pueden llegar a realizar tareas más complejas como asearse, recoger juguetes, vestirse y desvestirse... Si intentamos hablar con ellos en este estado probablemente no contestarán y si lo hacen lo que digan no tendrá ningún sentido.
El sonambulismo puede durar unos pocos segundos, minutos o incluso más tiempo, si os encontráis a vuestro hijo sonámbulo paseando por la casa lo mejor es llevarlo cuidadosamente a su cama otra vez, si se despierta es normal que se encuentre confundido, y al día siguiente si les preguntamos ¡no se acordarán absolutamente de nada!
Imagen: thejbird / flickr
¿vuestros hijos han sufrido este trastorno del sueño?