Entre las miles de fotos que hago cada día, siempre se van quedando en el tintero algunas. Tenía pendiente hablaros de un lugar muy especial al que ir en familia. Una casa perdida en el bosque, rodeada de naturaleza, toda de madera y a un paso de la Granja. Una de esas casas fotografiables llena de rincones perfectos. Algunos donde sentarte a leer, otros en donde acurrucarte frente a un fuego. Otros, simplemente desde los que observar lo que hay fuera de sus enormes ventanales.
Las Casas del Palomar son dos casas totalmente independientes pero en el mismo entorno rural. En una finca privada rodeada de árboles y caminos por los que pasear.
Todo un acierto para nuestra escapada rural en familia
Sigue leyendo para ver el resto de la casa
Las Casas del Palomar están situadas en la localidad de Ortigosa del Monte (Segovia) a muy pocos kilómetros de La Granja
Ana, la propietaria, es encantadora y os acogerá con cariño desde el primer momento y os ayudará con sus consejos sobre qué rutas visitar o qué cosas podéis hacer por la zona. Una de las mejores excursiones, a parte del Real Sitio (y que podéis ver aquí), es todo el bosque de Valsaín. En otoño es simplemente espectacular y hay infinidad de zonas y rutas para hacer senderismo dependiendo de vuestra preparación o de si vais con niños.
De hecho, os recomiendo que os acerquéis al Centro de Interpretación de Valsaín en donde os podrán indicar los mejores lugares para pasear y os llevaréis folletos con información útil. Además, no dejéis de llevar a los niños ya que el Centro de Interpretación alberga además una impresionante maqueta del Palacio de Valsaín.
Pero volvamos a la casa. ¿Qué te parece esta habitación?
Si no has dormido nunca en una casa de madera con ventanales al bosque, no dejes de ir.
Ana te dejará un cesto con leña de la finca para que de lo único que tengas que preocuparte sea de encender la chimenea y disfrutar de unos días en torno al fuego.
¿No te parece un buen plan?
Por la mañana, podrás levantarte con la luz natural que entra por sus inmensos ventanales y quién sabe, a lo mejor antes de tomarte un café te apetezca pasear por los caminos de la finca.
Para nosotros fue una experiencia perfecta en donde aunamos naturaleza, visitas culturales y tiempo en familia.
Gracias Ana por ser tan cariñosa y abrirnos las puertas de tus casas
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