Cada mañana nos hemos quedado Leoncito y yo en cama, jugando, achuchándonos, haciéndonos cosquillas, hasta que el pobre agotado se quedaba rendido encima mía.
Hemos paseado (lo que la lluvia nos permitía), visitado a los abuelos, a los primos, a los tíos...
Además Leoncito ha estado de lo más gracioso, repitiendo una y otra vez "agua" cada vez que quería beber, poniendo caras, riéndose, comiendo como nunca, usando el tenedor, la cuchara, jugando a cucú, poniendo las manos para cantar, caminando ya con una mano sola...
En definitiva ha sido un fin de semana maravilloso, así que no puedo escoger otra foto que no sea esta. Un momento de siesta en mi colo, en un abrazo, si es que no se puede sentir más amor dentro!!
Y tú ¿con qué te quedas de estos días?