Hace unos días una mamá contaba que su hija vive traumatizada por la llegada de Halloween. Pensar en ver de nuevo monstruos, zombies y las más grotescas imágenes con sangre, tipo muñeco degollado, le amarga la existencia.
Y, en serio ¿a quién no?
Está muy bien que nos apuntemos a celebrar todas las fiestas, pero creo que no es necesario sumarse a la versión más gore ¿no crees?
Soft Halloween
Lo tenemos tan integrado que estos días las ciudades se vestirán de naranja y negro. Pero también coles, tiendas, academias, urbanizaciones… Si es que somos super freaks.
Así que os hago una propuesta: durante el día, con unas calabazas, murciélagos, brujas, fantasmitas y monstruitos con caras tontas más que suficiente.
Es llevadero para todos, y nos sirve para hacernos a la idea de que estamos de fiesta.
Pero las versiones más macabras… ¿qué tal si las dejamos para fuera del horario infantil?
En serio, creo que The Walking Dead ya tiene cubierto su reparto. ¡No te crezcas!
Pero bueno, si eres de los que piensa que los niños tienen que estar preparados para todo, que todo no tiene que girar en torno a ellos…
¡Ojalá te lleguen de vecinos Los chicos del maíz! Verás como los niños también saben dar miedo
Y tú ¿cuánto miedo das?
Ya lo sabes, me encantará saber tu opinión.
Un beso grande.
Archivado en: Cosas de mamá Tagged: disfraz, fiestas, halloween, miedo, reflexiones
Fuente: este post proviene de manzanas de ciudad, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado: