Estos son algunos de los productos, el queso curado, el puré de berenjena, paté de mouse de ensalada de cebolla y arenque, paté vegetal, las pastas, la salsa de rábanos que fracasó estrepitosamente, el queso agrio.
Hola. Hoy tenía muchas ganas de escribir, porque con el otoño han vuelto a mi vida las cenas especiales de los viernes y estoy muy ilusionada. Ya os había hablado de ellas en los enlaces que os adjunto por si alguen no los leyó:
http://saldelapuro.blogspot.com.es/2011/07/cenas-especiales-de-los-viernes.html
http://saldelapuro.blogspot.com.es/2012/11/mis-cenas-especiales-de-los-viernes-ii.html
http://saldelapuro.blogspot.com.es/2014/02/cena-especial-italiana-la-espanola.html
Bueno, pues como ya expliqué varias veces a pesar de tener a mis hijos mayores me gusta disfrutar de momentos de familia para que ese lazo que nos une no se rompa del todo a pesar de la edad. Y uno de esos momentos familiares consiste en hacer cenas especiales los viernes. Por el verano no siempre lo hacemos porque a veces cenamos fuera, o estamos de viaje, ellos salen y es más difícil aunque sí que hacemos alguna, pero no tantas como quisiera.
De todo un poco para no aburrirse.
Pero en cuanto llega el otoño vuelven las cenas especiales. Normalmente son cenas temáticas, y respetamos las fechas concretas como Halloween, Carnaval, Navidad, Cumpleaños y alguna que otra. El resto suelen ser temáticas y adaptadas a nuestro gusto y presupuesto. Yo he hecho cenas italianas, orientales, árabes, españolas, de tostas, de canapés, de tortillas variadas coincidiendo con un festival celebrado en Gijón, de Carnaval con lo que aquí llamamos Menú de Antroxu, vamos un poco de todo.
Este plato gustó sobretodo a mi padre.
Y este año he tenido la suerte de recibir bastantes productos de Europa del Este mediante una persona conocida y me hacía ilusión probarlos porque algunos los había tomado en viajes hechos hace tiempo pero nunca había preparado nada así y decidí arriesgarme y cocinar las cosas a mi manera.
Como los productos en su mayoría eran tipo paté, decidí preparar un pincheo e invité a mis padres y a mi hermana y dividí los productos para usar en dos veces, osea que tuvimos para dos cenas que hice con un intervalo de tres semanas para no saturarnos.
El queso curado gustó mucho y era muy original.
Lo primero que hay que aclarar es que si no os gustan ni el pescado y los encurtidos lo lleváis mal en este tipo de comidas porque la mayoría de las cosas están hechas de pescado y todo está encurtido, pero la verdad es que está todo rico.
Una cosita que me apeteció fue usar solo un par de colores para decorarlo todo, así que mezclé azul y blanco, y no usé ningún color más de platos, cubiertos, vasos y manteles, todos en blanco, en azul o en azul y blanco.
En esta ocasión fue un pincheo sin plato principal, intenté que fuera abundante así que preparé canapés variados, unos con pan normal, otros con pan de maíz, con biscots y algunos con pan de molde para jugar con las texturas y que nos saciaran y no nos aburrieran. Y lo bueno es que había bastante variedad, por ejemplo preparé unos de atún con arroz y tomate que estaban buenísimos, en pan de molde hice unos rollitos vegetales que sabían genial y me solucionaron el tema de mi hija, que es vegetariana.
También hice canapés de mouse de ensalada de cebolla con arenque, que suena muy raro pero saben genial, creo que fueron los que más gustaron, y también fueron muy exitosos los canapés de paté de arenque, está muy rico y es sano. Tuvimos variedad de texturas y colores.
Los canapés vegetales gustaron a todos pero especialmente a mi hija.
Una cosa muy sorprendente fue el queso curado, que era como una salchicha Franfurt (os lo pongo en esa foto que se ve tan mal, sorry) y estaba muy bueno, y en cambio había también un queso agrio que se usa para cocinar y el primer día lo dejé en un plato y no tuvo demasiado éxito pero ya lo aprendí a preparar y la siguiente vez si que nos gustó.
Ese día rematé el picoteo con pescado encurtido, que viene en un tarro transparente y a mi padre le gustó un montón y a los demás menos porque sabía demasiado a vinagre, pero claro, para gustos...y completé la cenita con pastas típicas, unas de frutos secos y otras de semilla de amapola, que estaban realmente buenas. Lo curioso de las pastas es que no tenían muy buena pinta y cada uno cogió un trocito como por compromiso y luego al probarlas, Mmmm, desaparecieron.
Los canapés de mouse de ensalada de cebolla y arenque para mí lo mejor de todo.
En la segunda cena usé cosas nuevas y repetí algunas. Lo primero que hice fue preparar bien el queso agrio, lo puse sobre tostas de pan con aceite, tomate y orégano, y lo gratiné. Estaba buenísimo y nada que ver con la vez anterior.
Los canapés de arenque también gustaron.
Esa noche repetí con el paté de mouse de ensalada de cebolla y arenque, con el vegetal y con el de atún y arroz porque había sobrado de la otra vez y además habían gustado mucho, y añadí una novedad, puré de berenjena. Éste lo extendí sobre pan tostado y puse un poquito de huevo hilado y virutas de jamón serrano y gustó mucho, porque yo he comido otros purés de berenjena pero ninguno sabía como aquel. Estos entrantes fueron el primer plato, junto a una idea que se me ocurrió para aprovechar una bolsa de repollo encurtido que no encontraba el momento de usar, y es que simplemente preparé para todos el repollo presentándolo con huevo duro, patata cocida y un poco de atún. Y así, como si fuera una ensalada nos gustó y nos refrescó, pues hacía algo de calor y estos entrantes apetecen siempre. La verdad es que "españolicé" la mayoría de las recetas, pero ahí está el encanto de las cenas especiales, son temáticas pero personalizadas. Y para acabar me decidí por un segundo plato un poco contundente y puse pechugas de pollo empanadas con hierbitas aromáticas(orégano, romero, albahaca, tomillo, comino, jengibre, hierbas provenzales...), patatas fritas y salsa de rábano picante,(esto era lo europèo del este realmente) y mi hija en lugar de pechuga tomó seitán. Confieso que esa salsa no tuvo nada de éxito, en casa gusta el picante pero esta tenía una textura rara...fracaso total, jeje.
El atún con arroz era muy original. Como veis usé varios tipos de pan para hacerlo más variado y como manda Argiñano limpié el plato que ahí estaba algo sucio.
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Para beber la primera vez usamos refrescos pero en esta última ocasión pusimos un vino casero rumano que estaba muy rico, me gustó tanto que guardé un culín que sobró para cocinar. Yo ya había probado vinos así y están buenos, el problema es que yo no puedo pasarme un pelo porque en mi organismo emborrachan enseguida así que una copita y punto, jaja.
Y como postre esta vez puse unas chocolatinas muy resultonas y el kéfir más rico que he probado. Del segundo día tengo pocas fotos porque se me olvidaron y solo me acordé cuando estaba sirviendo la pechuga con la salsa , que fue al final, pero el resto tampoco tiene gran interés ya que fue muy parecida a la del primer día.
La pechuga con hierbas y la salsa de rábano que no nos gustó, jeje.
Lo mejor de estas cenas no es precisamente el menú, si no el hecho de estar todos juntos, de saborear la vida y de disfrutar. Y eso sí que lo hemos conseguido.
Las pastas estaban muy ricas, especialmente las de semilla de amapola.
Y vosotros,¿hacéis algo especial con vuestras familias? ¿Os gusta probar cosas nuevas?Ahhhh!!!!! Y agradecería ideas para las cenas, para no repetir porque en cuanto pase Halloween me veo sin ideas. Mil besinos y nos vemos pronto.
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