La educación de los hijos requiere coherencia y constancia, no es diferente con la comida.Es responsabilidad de los padres enseñar a sus hijos una alimentación sana y equilibrada que no afecte a su salud el día de mañana.
El secreto para evitar la obesidad infantil , no está en someter a los niños a privaciones, sino en en la modificación de los hábitos de vida, adoptando una dieta saludable desde el seno familiar.
Obesidad infantil: dieta saludable ¿si o no?
La obesidad infantil se combate con un plan alimentario donde se incluya una dieta saludable y no con privaciones innecesarias.
La cuestión es trazar un plan alimentario basado en una dieta saludable, donde se incluya la más amplia variedad posible de alimentos, dejando helados, dulces y todos aquellos alimentos cargados de Hidratos de Carbono y grasas para momentos muy puntuales.
Si el problema ya está presente, la solución es una modificación de los hábitos, toda la familia debe adoptar una dieta saludable; sin el ejemplo de los adultos de la familia, un cambio en la alimentación de nuestros hijos, sería una empresa inviable.
¿Que factores predisponen a la obesidad infantil?
Padres obesos que inculcan a sus hijos la obesidad como un factor genético
Peso demasiado bajo o demasiado alto al nacer
Coger demasiado peso en los 6 primeros meses de vida.
Si la madre ha padecido diabetes gestacional.
Ingesta de nutrientes con poco volumen y alto contenido energético.
Sedentarismo.
Desorden en los horarios de comidas
Recurrir a menudo a precocinados y comida basura
No respetar las 8 horas de sueños necesarias
¿Que conductas podemos seguir para una dieta saludable?
Plan alimentario adecuado,
Si no se poseen los conocimientos adecuados, es recomendable acudir a un/a profesional en dietética y nutrición, que le facilite las directrices a seguir.
Modificación de la conducta alimentaria.
Cambio del estilo de vida. ¿En qué consiste la obesidad infantil?
Se trata de la acumulación excesiva de grasa corporal, especialmente en el tejido adiposo, teniendo en el niño un doble peligro, al estar en crecimiento, no solo se acumula grasa en los lipocitos que ya existen en su cuerpo, sino que aumenta el número de estos en su organismo.
Se puede decir que el niño entra en obesidad cuando su peso corporal alcanza el 20 por ciento o más del peso ideal según la edad, la talla, y sexo del niño o niña en cuestión.
Para saber aproximadamente cuánto debe pesar un niño, podemos seguir una medida, que aunque no es exacta, nos acerca bastante a su peso correcto. Pongamos por ejemplo un niño de cinco años: multiplicamos la edad (5) por 2 y al resultado se le suma 8. Es decir, 5 x 2 + 8 = 18 kg. De todas formas lo más recomendable es consultar y considerar lo que diga el pediatra del niño.
NORMAS BÁSICAS DE ALIMENTACIÓN SALUDABLE
1. Sana: Elegir los alimentos con menos grasa, con poca sal, abundantes vegetales (verduras, frutas, legumbres y cereales integrales), y en cantidades acordes a su apetito y a sus necesidades.
2. Variada: Acostumbrar al niño/a, cuanto antes, a que coma de todo y a degustar los sabores de distintos alimentos.
3. Equilibrada: Es imprescindible que alguien experto valore el menú del colegio, para complementarlo con el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena, y hacer así una alimentación equilibrada.
4. Nutritiva y apetecible: Si cocinas los alimentos (verduras, pescados, legumbres…) de diferentes maneras, combinas los alimentos que sabes que le gustan menos a tu hijo con otros que le agradan más y presentas los platos en la mesa de forma atractiva, tienes muchas garantías de que la comida le resulte más apetecible y no piense tanto en pizzas, hamburguesas y precocinados.
Obesidad infantil
5. Divertida y participativa: Pídeles que te acompañen a la compra, en la cocina y en la preparación de la mesa, etc. Esto puede ser una oportunidad para que aprendan buenos hábitos y disfruten de la comida.
6. Ordenada: Nunca la televisión a la hora de comer, disfrutad en familia del momento de la comida o de la cena, en un ambiente relajado y tranquilo; siguiendo un orden a la hora de comer: primer plato, segundo plato y postre.
7. Educativa: Es esencial que la educación de hábitos alimentarios saludables se lleve a cabo tanto en casa como en la escuela. La educación exige de la familia paciencia, dedicación, constancia, disciplina, no hacer concesiones inaceptables y también cierto respeto por el apetito del niño, siempre que su ritmo de crecimiento y desarrollo se encuentre dentro de la normalidad.
NO OLVIDAR QUE: Un buen desayuno favorece un buen nivel de azúcar en sangre y mejora el rendimiento escolar.
CUIDADO CON:
Los abuelos generosos.
Las bebidas azucaradas entre horas, es un hábito insano que favorecerá que el niño/a no beba agua.
La publicidad es contraria a una alimentación equilibrada, ofrece comodidad a las madres y a los niños, poca fruta y verdura y muchas calorías vacías en forma de grasas hidrogenadas.
La escasa actividad física. El niño debe estar activo de dos a tres horas diarias como mínimo, bien jugando o practicando deporte.
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