Si no, es tiempo, porque la investigación muestra que la inteligencia emocional es más importante para el éxito que el coeficiente intelectual.
La inteligencia emocional, o IE, significa estar al tanto de sus propias emociones y las emociones de quienes la rodean.
Quizás te interese: 5 mejores alimentos para un cabello saludable
También significa controlar esas emociones y usarlas para conectarse con otras personas.
Los estudios muestran que aquellos con una inteligencia emocional saludable tienen mayor autoestima, más empatía, puntuación más alta en las evaluaciones cognitivas y de acceso a la universidad y tienen mayores posibilidades de éxito financiero.
¿No es esto lo que toda buena madre quiere para su hija?
Aquí hay algunas maneras de ayudarte a desarrollar esta habilidad en tu hija.
[td_block_ad_boxspot_id=”custom_ad_2″]
Déjala jugar con sus propias reglas
Todo el día, la vida de tu hija está llena de reglas.
“No puedes tener postre hasta que comas tu brócoli.”
Ponte el abrigo, hace frío afuera.
Esas reglas son obviamente importantes, pero el tiempo de juego debe estar libre de reglas.
El tiempo de juego es su reino de la imaginación. Ella es la reina, y en su reino ella debe ser la autoridad.
Jugar de esta forma desarrolla habilidades de liderazgo y resolución de problemas, y la creatividad promueve el desarrollo saludable del cerebro, de acuerdo con Denise Daniels, una experta en desarrollo infantil que se especializa en el desarrollo emocional y social de los niños.
Déjala escoger lo que quiere jugar y la forma como quiere jugar.
Etiqueta sus emociones con palabras que ya sepa
No fue sino hasta los 20 que me di cuenta de que una sensación de retorcimiento, e incómoda que a veces se arrastra en mí tenía un nombre: la ansiedad.
Aprender su nombre me dio poder. El poder de identificar los desencadenantes, desarrollar salidas saludables y seleccionar una mejor respuesta.
Enseña a tu hija a etiquetar sus emociones antes de los veinte años.
[td_block_ad_boxspot_id=”custom_ad_2″]
Quizás te interese: 10 tips saludables de alimentación para un estilo de vida ocupado
Hazle preguntas sobre las sensaciones que está sintiendo, luego dile el nombre de esas sensaciones.
Al enseñarle a etiquetar sus emociones le estás dando las herramientas que necesita para averiguar sus desencadenantes y las respuestas.
Muestra cómo se ven las emociones en alguien más
Aprender a etiquetar sus emociones es más fácil para ella si estás explicando tus emociones también – tanto grandes como pequeñas.
Cuando te sientas triste, aprenderá a ver qué lenguaje corporal manifiestas con esa emoción.
Identificar las emociones positivas es tan importante como identificar las negativas.
Nunca culpes tus emociones en ella
Tus emociones son tuyas. Nadie puede hacerte sentir de cierta manera.
Tú (y tu cerebro) deciden cómo sentirse. Cuando discutas tus emociones con tu hija, asegúrate de que nunca la culpes.
No trivialices sus sentimientos
Es perjudicial para los niños cuando se prescinde de algo que desencadena una profunda emoción en ellos.
Decirle a tu hija que no debe sentirse triste cuando su hermano hiere sus sentimientos o no debe tener miedo de la oscuridad no es útil.
Le hace sentir que hay algo mal con ella.
Quizás te interese: 7 formas de evitar los malos hábitos alimenticios
Piensa antes de hablar
A menudo esos comentarios emocionalmente invalidantes vienen como consecuencia del calor del momento antes de que tengas tiempo para filtrar tu respuesta.
Haz una pausa antes de decir algo que podría ser perjudicial.
Reduce la velocidad y forma una respuesta saludable a su mal comportamiento en lugar de exigir enojadamente “¿Qué estabas pensando?”
Descubre porque esconde sus acciones
Cuando tu hija es traviesa, averigua qué emociones llevaron a sus acciones.
¿Estaba siendo mala intencionalmente o simplemente estaba aburrida? ¿Estaba enojada con su hermana o tenía miedo?
Cuando entiendes la causa, puedes elegir una manera más apropiada de disciplinarla (si es necesario).
Explica sus consecuencias
Tu hija necesita saber que está en problemas debido a lo que hizo – no por lo que sentía.
Asegúrate de que ella sabe que está bien tener esos sentimientos.
Parte de la inteligencia emocional es identificar esos sentimientos y luego tratar con ellos de una manera saludable.
Eventualmente aprenderá a tomar diferentes acciones cuando esos sentimientos vuelvan a entrar.
Quizás te interese: Efectos de los malos hábitos alimenticios
Recuerda, ella merece respeto también
En todo lo que haces, trátala con respeto.
Ella es una persona pequeña y por lo tanto también merece que la respeten.
No te gusta que te ignoren cuando estás hablando, y tampoco a tu hija le gusta eso. Cuando ella habla, presta atención.
Todos estos tips son muy útiles para que puedas aprender a tratar a tu hija de forma madura, aunque sea una niña pequeña, y de esa manera ella pueda aprender a manejar mejor sus emociones.
[td_block_ad_boxspot_id=”custom_ad_2″]
.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado: