Llorando por el hermano que nunca lle

Antes de nada recordar que a partir de mañana el precio de los 8 packs de la Rueda del año sube. Se supone que era hoy, pero ayer al final no saqué tiempo (o energía) de terminar el email.

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Ilustración de mujer embarazada, como triste y con unos patucos
Ilustración @La_Petite_Femme en Pixabay

Un post muy personal

Te cuento que este email es muy personal y fuera de mi tema principal. Hablo de embarazos que no han llegado a término y de aceptación.

Si no es tu momento, cuídate y no leas más.

Últimamente estamos teniendo largas sesiones de lectura antes de irnos a dormir, siempre hemos leído a esa hora pero últimamente parece como que lo disfrutamos mucho más.

Estábamos leyendo “Cuéntamelo todo” sobre el tema sexualidad y reproducción y salió el tema los embarazos que se paran y los bebés que no llegan.

El peque sabe que hace unos años yo tuve un embarazo que no llegó a fin.

Tenía 40 años y unos días antes de la ecografía de los 3 meses, se paró.

No era un bebé buscado, pero si querido.

El duelo por el bebé y por los bebés que ya no tendría

Después de lo que pasó no me ví con fuerzas de probar otra vez, mi pareja tampoco quería más hijos así que, aún a mi pesar decidimos no probar más.

Tuve mi proceso de aceptación, no fue fácil asimilar la pérdida pero todavía fue más difícil la aceptación de que ya no iba a tener más hijos.

Llegué muy tarde a la maternidad y los ritmos de la naturaleza me hablaban.

Todavía hoy hay días que pienso que debimos haber probado de nuevo pero, en el momento con anemias galopantes y una perdida cercana, no me vi con fuerzas.

En cualquier caso, ahora sí, ya es tarde. Con 46 mi cuerpo ya me dice que no es el momento.

La otra noche, hablamos del bebé que no llegó, de porqué se paró y de cómo ocurrió. Hacía mucho tiempo que no salía esta conversación y se lo volví a contar.

Mi peque rompió a llorar, lloró y lloró.

Lloraba por ese hermano que nunca llegó.

Y yo lloraba por ese mi bebé y su hermanito que no le dí.

Lloró casi tanto como lo que yo lloré en su día y él todavía no había llorado.

Se habla del dolor de las madres, aunque no lo suficiente, pero también está el dolor de los padres y de los hermanos. Y el otro día lo vivimos.

Muchas hemos vivido una perdida perinatal

Estoy segura que muchas de vosotras habéis también pasado por esto. Se habla poco de las perdidas, de los bebés estrella y del proceso de aceptación.

Permítete estar triste por eso, esta bien. Ese bebé que ha estado en tus entrañas y que no tuvo fuerzas pero que quisiste desde el primer día.

Te abrazo si has vivido esto.

Si quieres contármelo, he dejado abiertos los comentarios del post en substack para todas.

Paz amor y mucha naturaleza,

Llanos

PD: Y si quieres hacerte con la Rueda, no lo dejes porque subirá de precio.

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