Una nueva investigación sugiere que los hombres también tienen un límite de tiempo para tener hijos sin complicaciones.
El estudio fue publicado en el periódico Maturitas y analiza los riesgos de ser padre en edad avanzada.
De acuerdo con la investigación, los hombres deberían considerar almacenar su esperma antes de alcanzar la “edad paterna avanzada”. Esta edad en los campos médicos se define de forma variable como mayores de 35 o 45 años.
Entre los riesgos de ser padre a edad avanzada no solo se encuentra el hecho de experimentar disminución de la fertilidad, sino que también traen a sus parejas femeninas una serie de complicaciones durante el embarazo y el parto, como la diabetes gestacional, la preeclampsia y el parto prematuro.
Además, los bebés nacidos de padres mayores también pueden tener un mayor riesgo de padecer afecciones como cardiopatías congénitas, convulsiones en recién nacidos y bajo peso al nacer.
El estudio también encontró que algunos de estos niños eran más propensos a desarrollar ciertos cánceres y trastornos cognitivos, como el autismo.
En cuanto a las razones detrás de esto, la autora principal del estudio, Gloria Bachmann, sospecha que se debe a la disminución natural en los niveles de testosterona que experimentan los hombres a medida que envejecen, además de una reducción en la calidad del semen.