Recuerdo que a los 20 años cuando escuchaba hablar de la de los 30 lo veía como algo lejano, como una etapa por la que todos hemos de pasar, de la misma manera que pasamos la temible adolescencia.
Sin embargo, cuando entré en los 30 ... no encontré ningún cambio. No había nada diferente en mi vida, salvo que a los 20 yo me sentaba al lado contrario de la mesa en el aula.
Así que supuse que de la misma manera que no había hecho pasar a mis padres por una odiosa adolescencia, al menos que yo recuerde (igual mis padres leen esto y se mueren de la risa, ja ja ja ja...no, lo dudo), los 30 no iban a crearme ningún estado de ansiedad.
Todo lo contrario, al fin había conseguido entrar en los sitios sin que me pidieran el DNI, que hasta hacía 2 días me pedían porque nunca creían mi edad, ja ja ja. Yo no vivía obsesionada con bodas, arroces caducados y todas esas historias que intentan meternos en la cabeza a las mujeres. No, yo trabajaba, salía y entraba con quien quería y cuando quería, iba de viaje, etc...todas esas cosas que se pueden hacer siendo independiente, mientras otras amigas solo salían con su pareja de años, cambiaban pañales y contemplaban sus supuestas arrugas frente al espejo... o mejor te venían con aquello de:
he subido de peso, mira como estoy...
y yo pensaba que o bien estaba perdiendo visión o ellas se estaban volviendo locas y de mi boca no salía ni un:
Sí, es verdad
y mucho menos un:
¡qué va! ¡Tienes un cuerpo envidiable!
A los 35 firmé un contrato indefinido con mi chico y a los 39 llegó mi otro chico...y entonces llegaron los 40 y...¿qué pasó?
Sinceramente, salvo que los 2 primeros años mi número de horas de sueño estuvo bajo mínimos, nada que me hiciera entrar en una crisis por la edad. ¡Para nada! Yo sigo siendo la misma, con los mismos sueños, las mismas inquietudes, igual con alguna pata de gallo pero es lo que tiene sonreír, aunque para ser sincera prefiero esas arrugas de expresión, que los rostros gélidos de más de alguna que se ha pasado con el bótox. Sí, también tengo más canas, pero para algo están los tintes...pero de resto no noto cambios.
Así que ahora tras apenas 24 horas después de haber soplado mis 45 sigo preguntándome: ¿De verdad existe la crisis de los 40? Yo, por el momento, la única crisis que conozco es la económica, esa que hace subir y bajar la dichosa prima de riesgo, cogiéndome a mí de prima... ¿Y tú, has pasado o pasas por la crisis? ¿Qué síntomas has sufrido? A ver si de pronto me encuentro inmersa en ella y no me he enterado...
Besitos avainillados