En su opinión, algunos niños se visten como adultos porque los padres tienen sus deseos depositados en la ropa de los niños y, cuando no hay un límite en este tema, el padre puede darle más importancia a la apariencia de su hijo, que a su sensación al ponerse determinado atuendo. “Los contextos sociohistóricos y culturales, los valores y la educación, la estructura de la responsabilidad y los límites van de la mano. Es muy importante que los padres entiendan el tema de las edades. Una cosa es que el niño sea independiente y otra es cómo se está formando para que en el futuro tenga una toma de decisiones responsable según sus preferencias y su edad”.
En este sentido, Díaz recomienda a los padres estar atentos de los patrones que los niños quieren copiar,pues el primer modelo es el de sus padres y, si son ellos quienes los visten como adultos a temprana edad,podrían mostrar una sensualidad que es imperceptible pero que está ahí, como lo sugieren los descotes en las niñas, o los pantalones ultra Slim muy apretados en los niños.
Los niños tienen que quemar sus etapas correctamente y ganar autonomía de acuerdo a su edad. “Esto no es sano porque los expone a las miradas de los otros a su edad. Su inocencia se tiene que llevar con mucho cuidado y sus padres tienen un papel muy importante ahí. Si bien es cierto que las recientes generaciones de niños son despiertos, siempre es importante que tengan un límite sano”.
Por su parte, la función de las cadenas comerciales es vender el producto, pero el consumidor debe alzar la voz para que la ropa que vendan no sean exclusivamente prendas de adultos adaptadas a la moda infantil.
“Hay marcas que han sido demandadas y que han retirado productos del mercado por este tema”, explica Díaz quien cuenta con un máster en Dirección de Operaciones por la OBS Business School de Barcelona.
Fuente: Marcy Alejandra Rangel. Periodista
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