La noticia de la niña malagueña que fue hospitalizada en esta semana a causa de varias mordeduras y harañazos de un perro, en plena calle, me ha inspirado a escribir sobre este tema y a preguntaros si os ha ocurrido algo así con vuestros hijos, aunque éstos aún sean, la mayoría muy pequeños.
Aunque el dueño del perro agresor asegura que la niña molestó a su mascota, por lo visto, el can no llevaba ni correa ni bozal, y se abalanzó sobre la menor tirándola al suelo y poniéndole las patas en la cara.
¿Cuándo sabemos si la reacción de un perro va a ser agresiva o peligrosa?
Quizá no haya garantías, pero los expertos dicen que no se debe jugar con perros con los que nunca hemos tenido anterior contacto, pues a algunos no les gusta demasiado que nos cojamos 'esas confianzas' enseguida. Además, los movimientos bruscos o las caricias sin permiso del dueño, no son recomendables.
Si un perro muerde a un menor (también vale para un adulto) hay que lavar la herida con agua y jabón, aplicar alcohol o desinfectante de 70º y cubrir con una gasa estéril. Sería ideal conocer la cartilla sanitaria del animal y saber si éste ha sido vacunado contra la rabia. En caso de no constarnos, llevar al perro al veterinasio y trasladar al niño al centro médico más cercano.
¿Alguna vez habéis sido testigos de un ataque de un perro a un niño?
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