Os presentamos algunos de ellos que nos han resultado interesantes.
Museo Exploratorium en San Francisco. Es obra del físico Fran Oppenheimer. Y esta repleto de experiencias científicas muy curiosas. Es interactivo, así que es imposible que pueda ser aburrido.
Miraikan en Tokio. El Museo Nacional Japonés de Ciencias Emergentes e Innovación. ¿Lo más interesante? la parte que tienen dedicada a la robótica. Se puede interactuar con robots, experimentar juegos de realidad virtual o realizar una exploración espacial a través de pantallas táctiles. Y está dirigido por el astronauta japonés Mamoru Mohri.
Museo Nacional de Ciencia y Tecnología Leonardo da Vinci en Milán. Las máquinas diseñadas por Da Vinci ya son en sí todo un espectáculo.El espíritu del museo es tan ecléctico como su inspirador. Salas dedicadas a la relojería, la radio y comunicaciones, la electricidad, la música y la astronomía. Y un apartado de ciencias para los pequeños.
También existen otros museos más kich e insólitos como estos que os traemos aquí.
Museo de los objetos perdidos en París. Imaginar la cantidad de objetos raros que se pueden encontrar expuestos: sillas de ruedas, trajes de novia,prótesis articuladas etc… Cómo se perdieron sea una historia más interesante que los objetos en sí.
Museo de la pasta de dientes en Michigan. Con sabores raros como crema de café o bourdon. O algunos dentífricos utilizados en las dos guerras mundiales.
Museo del calcetín en Tokio. Cuenta con 20.000 pares. Allí está el calcetín más largo del mundo, otros de personajes famosos o los calcetines eléctricos que se calientan a pilas.
Seguro que allí más de uno encuentra sus calcetines misteriosamente perdidos. Al menos espero que todos estén lavados.
Como véis para gustos están los museos. Así que ya no hay excusas para dejarse caer de vez en cuando por un museo.
La opinión de Soficó. 11 años.
Los museos me aburren. Si me cuentan las historietas de las cosas que veo o puedo tocarlas y que pase algo, me divierto más.
Archivado en: ¿Hoy dónde vamos?, Niños