Para empezar, miren qué manera tan original (y comercial) de vender unos muñecos en la tienda FAO Schweetz, que a parte de dulces y golosinas nos encontramos con un montón de juguetes de todo tipo. Los muñecos en cuestión los presentan en dos secciones, una para niños y otra para niñas, en un nido. Te invitan a "adoptar" un bebé e incluso venden el material necesario para cuidar a un recién nacido. Algún día me sentaré a analizar todas las connotaciones que tiene la compra de un muñeco de esta manera. Por aquí les comparto las imágenes:
Y no se pierdan este futbolín con Barbies como jugadoras, edición limitada y sólo existen diez en el mundo (no quiero pensar en quienes tendrán los otros nueve...).
En ésta segunda planta de la tienda (sí, hay segunda planta), también hay un espacio dedicado a los Legos, les muestro dos figuras hechas sólo con legos, ¡menudo trabajo!
Y cuando crees que ya has visto todo lo que tenías que ver resulta que te encuentras con un enorme piano y dos empleadas de la tienda dando una función a un montón de niños y adultos. ¿Recuerdan la película Big, Big, Big?. No se si será el mismo piano pero es alucinante.
Cambiando ya de tienda, y que conste que no fuimos buscando jugueterías expresamente, las encuentras en el camino, sin más. Pues bien, pasamos por otra enorme juguetería, que con el peque a nuestro lado a ver quien no entra con ese escaparate y esa señorita tan dispuesta a recibirte:
En la tienda en cuestión compras el oso y lo vistes como quieras con los miles y miles de conjuntitos que hay, de todo tipo, de todo lo que puedan imaginar.
Por último, también nos encontramos de paso con la tienda Lego. Allí, a parte de las cajas de legos de toda la vida, tenían un montón de recipientes de distintas formas y colores de Legos donde los niños escogían los que querían y los metían en una cajita dispuesta tan oportunamente para los efectos. Y por aquí les comparto solo una de las muchas y diversos juguetes de Legos ademas de una increíble y hermosa figura de Lego:
Me imagino que estarán pensando como logramos convencer a nuestro hijo de salir de las tiendas. pues bien, íbamos señalando el camino hacia la salida desde un juguete espectacular a otro y, cuando ya estábamos fuera, nada mas oportuno que una ciudad llena de luces por todas partes, con adornos navideños y caballos circulando por la vía pública. Menos mal, porque si no creo que aún estaríamos allí...
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