Además de lo práctico que resulta hacer una buena olla de comida y congelarla para dos o tres días, las recetas de cuchareo son muy fáciles de hacer y muy pero que muy económicas, vamos, que todo son ventajas.
Fabada asturiana
Comienzo este recopilatorio con una de las recetas de cuchara más populares en toda España: la fabada asturiana. En Andalucía, y más concretamente en Sevilla, existe un plato caliente de lo más parecido a las fabes de Asturias. El guiso o potaje de chícharos lleva embutidos, panceta y alubias; pero, a diferencia de la fabada tradicional, se elabora también con verduras como la patata, la zanahoria, el pimiento, el tomate, la cebolla y el ajo. Sea como sea, este plato le quita el frío a cualquiera, ¿no crees?Ingredientes:
500 g de fabes (ideal si son fabes de la Granja)
250 g de panceta curada
2 chorizos asturianos
2 morcillas asturianas
200 g de hueso de jamón
Sal (al gusto)
3 Hebras de azafrán
Agua
Elaboración:
Deja las fabes remojando en agua fría durante toda una noche. Asimismo, pero en agua templada, deja en remojo la panceta y el hueso de jamón.
Vierte en una olla las fabes junto al agua de remojo hasta cubrirlas un par de dedos por encima. Si fuese necesario, añade más agua. Remueve y pon a calentar.
Una vez hierva, introduce la panceta y el hueso de jamón escurridos junto a los chorizos y las morcillas pinchadas. Coloca los chorizos y las morcillas en la parte superior para controlar que no se rompan durante la cocción.
Espuma el guiso y cocina durante 30 minutos a fuego alto.
Incorpora entonces el azafrán diluido en un poco de caldo del mismo guiso. Prueba el caldo, y corrige de sal si fuese necesario; ¡ojo que el hueso de jamón aporta mucho sabor salado!
Baja el fuego y cocina durante 2 horas más, removiendo de vez en cuando y añadiendo un vaso de agua fría un par de veces durante la cocción.
Una vez las fabes estén tiernas, rectifica de nuevo la sal y aparta del fuego. Deja reposar aproximadamente una hora.
Retira los embutidos, la panceta y el hueso. Sirve las fabes y el caldo con es resto de ingredientes al gusto, troceados por encima.
Cocido de garbanzos y acelgas
Este cocido de garbanzos es amado por todos en casa. Su sabor es impresionante y, si eres amante del cuchareo, estoy convencida de que a ti también te encantará. El garbanzo aporta mucha fibra y su ingesta regular produce numerosos beneficios en la salud; es una legumbre rica en proteínas y en ácidos grasos como el ácido oleico y el linoleíco. Un excelente acompañante para tus guisos y recetas de cuchara, al igual que las acelgas.Ingredientes:
350 g de garbanzos
1 Kg de acelgas
6 dientes de ajo
5 cucharadas de tomate triturado
4 rebanadas de pan de unos 10 g cada una
1 cucharada de vinagre de vino blanco
1 cucharadita de comino en grano
1 cucharadita de pimentón dulce
2 litros de caldo de verduras (puedes sustituir por agua)
8 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 cucharadita de sal (mejor si es sal marina)
Elaboración:
Deja los garbanzos en remojo durante toda una noche.
Coloca los 2 litros de caldo en una olla grande y, una vez caliente, incorpora los garbanzos escurrido y las acelgas limpias y troceadas (hojas y pencas).
Deja cocinar a fuego medio durante una hora y media en olla normal o 30 minutos en olla rápida. Reserva el caldo sobrante para más adelante.
Echar el aceite en una sartén y fríe los ajos cortados en rodajas hasta que se doren ligeramente. Resérvalos.
En la misma sartén fríe ahora las rebanadas de pan. Primero por un lado y luego por el otro hasta que el pan se dore por completo y quede crujiente. Reserva.
Añade a la misma sartén el pimentón y remueve rápidamente para que no se queme. Vierte de inmediato las 5 cucharadas de tomate triturado. Remueve y deja reducir un par de minutos a fuego medio hasta que el tomate espese, vigilando que no se queme.
Una vez listo, vierte en un vaso de batir el tomate triturado, los ajos, el pan frito, el comino, el vinagre y la sal, junto con medio vaso del caldo donde cociste los garbanzos y las acelgas.
Tritura hasta formar una pasta homogénea.
Coloca los garbanzos y las acelgas en una sartén grande o wok junto con la mezcla anterior y un vaso del caldo de los garbanzos. Si quieres un plato más caldoso, añade más caldo en este paso. Remueve y deja cocinar a fuego medio durante unos 10 minutos, el tiempo suficiente para que se entremezclen bien los sabores.
Papas con choco
Y para terminar, quiero hacer honor a Huelva con una receta de cuchara típica de las abuelas andaluzas: las papas’ (que no patatas) con choco. Este es un guiso delicioso con un sabor a mar exquisito; si nunca lo has probado ahora es el momento. Te explico en el paso a paso cómo puedes congelarlo para adelantar tiempo durante la semana.Ingredientes:
1 choco mediano de aproximadamente 900 g (limpio y troceado)
5 patatas medianas
1 cebolla
1 pimiento verde
3 dientes de ajos
1 tomate mediano rallado
125 ml de manzanilla (puedes sustituir por vino blanco, aunque la manzanilla le da a este guiso un sabor más espectacular).
1/2 cucharadita de pimentón dulce
1 hoja de laurel
100 g de guisantes congelados (opcional)
500-600 ml de agua
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Elaboración:
Pon un chorrito de aceite en una sartén a fuego medio-alto con la cebolla y el pimiento cortados finamente, y la hoja de laurel. Una vez la cebolla comience a transparentar, añade los ajos troceados. Remueve un minuto y añade el tomate rallado. Deja al fuego durante un par de minutos más.
Incorpora el choco troceado, rehoga con sal y remueve. Cocina unos 5 minutos.
Agrega el pimentón, remueve rápidamente para que no se queme y añade la manzanilla.
Deja que el alcohol reduzca e incorpora el agua. Cocina durante 10-15 minutos a fuego medio. Si quieres congelar este guiso para ahorrarte tiempo otro día, después de este paso es cuando debes hacerlo. Cuando lo vayas a descongelar podrás retomar esta receta en el siguiente paso.
Incorpora las patatas limpias y chascadas (al chascar las patatas, estas sueltan más almidón y se espesa de forma natural el caldo del guiso). Si quieres agregar los guisantes, ahora es el momento.
Deja cocer unos 20-30 minutos hasta que la patata esté tierna. Rectifica la sal y, ¡a disfrutar!
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Potaje de vigilia (guiso de garbanzos con bacalao)
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Estofado de pollo
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Porrusalda
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