Primero llegó a su vida su hija María y posteriormente, su pequeño Sebastián, que ahora tiene 10 años, y que a la edad de 3 fue diagnosticado con autismo, además de tener Trastorno por Déficit de Atención y retraso mental.
Cuando ella lo adoptó, la institución en la que lo hizo no le comunicó sobre esto y aunque ahora le dicen que podría regresarlo, para ella eso NO es una opción, pues es su hijo.
En entrevista para De primera mano, Federica no pudo aguantar las lágrimas al contar que, quizá en el futuro, debido a la fuerza de su hijo y a que no puede controlar sus emociones, ya no pueda verlo.
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